CAPÍTULO 12

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La guerra no era nada parecido a lo que le habían enseñado en la Academia. En las clases de Historia Shinobi siempre había varias sesiones para aprender sobre las tres grandes guerras entre las otras aldeas. La que siempre generaba más entusiasmo en todos era la Tercera Gran Guerra que había tan solo unos años antes de que naciera, pero, de la que se hablaba, fue la más sangrienta y con el mayor número de ninjas prodigios saliendo a la luz. Su propio padre había sido uno de esos Shinobis: El Gran Héroe de la Guerra, El Relámpago Amarillo, entre otros. Como tal, siempre se les había enseñado la parte heroica, como era que Konoha era la mejor aldea y que era la más fuerte, tanto que se había levantado después de una guerra y un ataque por un Bijuu, pero nunca se les enseñó sobre cómo era que tus amigos caían como moscas por tu enemigo. Cuánta sangre había regada en el suelo, tantos cuerpos, desde chicos de catorce años, hasta adultos con familias.

Era increíble que las Cinco Grandes Aldeas se hubieran unido para la guerra, un sueño tan lejano en el pasado, pero una realidad cuando comenzó la Cuarta Gran Guerra. Todos estaban unidos, aunque con roses, para vencer a un enemigo en común, al que había creído era Madara Uchiha. No fue una gran sorpresa cuando se mostró que no era Madara, sino uno de sus descendientes, Óbito Uchiha, lo que sí fue una sorpresa fue ver revivido a Madara con el Edo Tensei, aquel Jutsu maldito que traía a las almas a un cuerpo vacío para tenerlos bajo control. Madara nunca estuvo bajo control, él era tan fuerte que pudo librarse de todo y de todos. Los Cinco Kages se habían levantado y pelearon contra él, y solo sobrevivieron porque Madara así lo quiso. ¿Cómo se podía derrotar a un hombre que no podía morir, que tenía chacra infinito y que era tan fuerte como para controlar a cada Bijuu? Solo quedaba sellarlo, la única opción que tenían, si no fuera porque aún estaba Óbito, un hombre tan fuerte que había usado sus ojos para asesinar a miles de Shinobis con unos cuantos ataques.

Ellos parecían no importarles cuántas personas cayeran por sus ataques, cuántos heridos dejaban a su paso, o cómo dejaban todo a su paso. Las tierras en las que peleaban, antes algo desérticas, pero con una hermosa vista, ahora eran tan lúgubres, con tantas marcas que mostraban el nivel de la guerra.

Naruto miró el cuerpo de Neji en el suelo, su sangre escurriendo y dejando un gran charco. Sus manos temblaban mientras veía las estacas en su espalda, no podía apartar la mirada de su amigo. A su lado estaba Hinata, quien lloraba a mares por la pérdida de su primo. No tenía palabras, todas murieron en su garganta mientras intentaba encontrar fuerzas para volver a levantarse. Sintió que todo esto era demasiado grande para ella. Tenía ganas de llorar también, no quería perder a más gente. Aún podía recordar los sollozos de todos cuando vieron los cuerpos después de un ataque por parte de Madara.

—¡Observa bien, Naruto! —gritó Óbito desde lo alto de la bestia de las diez colas, el Juubi—. Ve cuántas personas mueren por tu culpa. Miles de personas que se pudrirán en este suelo solamente por resistirte. ¡Ven aquí! ¡Dame al Kyubi y ya no habrá más muertos! ¿Acaso quieres que todos los que están aquí terminen como el chico al que tanto le lloras?

No supo qué responder, ni siquiera quería mirar al hombre. Sus ojos no dejaban de lado a la sangre que ya comenzaba a manchar su pantalón. Tal vez fuese una buena idea entregarse para que todo parara, para que ya no hubiera más muertos. Había estado planteado eso desde ya hacía un tiempo, pero no quería morir, al menos no en ese entonces. Pero, si tal vez pudiera salvar al resto de sus amigos, todo saldría bien, ¿verdad? Una falsa realidad, el plan de Madara y Óbito, crear un Genjutsu tan potente que nadie se daría cuenta y así crear una dimensión personal en donde todo lo que desees se volverá tu realidad.

Dio un pequeño salto cuando sintió una mano sobre su hombro. Se giró y vio a Sasuke, su mirada seria y con varios rasguños y manchas de tierra en la cara. Él había llegado un poco antes diciendo que quería ser el nuevo Hokage, quería romper el sistema Shinobi, pero nadie le hizo caso, incluso unos se burlaron ante la idea, pero ella sabía que él hablaba muy enserio.

Te Recuperaré | Naruto Fem x SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora