CAPÍTULO 11

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El entrenamiento con Killer Bee fue, por decir lo menos, extraño. Él era extraño. Solo rapeaba, y era justo decir que era bastante malo con las rimas. A pesar de ello, también era un buen tipo, amigable, aunque pervertido. ¿Acaso siempre tendría maestros pervertidos? ¿Nunca podía tocarle alguno normal? Por supuesto que no, pero así era más divertido. Primero tuvo que vencer su mal interior, su yo que aún tenía el rencor a flor de piel contra todos y todo. Por supuesto, ella era humana y tenía rencores y odio en su ser, pero nunca los sacó a la luz, no necesitaba que la gente la mirara de peor forma de la que ya lo hacía cuando era pequeña. Había guardado todo ese resentimiento en su interior y había llegado la hora de enfrentarlo.

Fue raro verse a sí misma y que no fuera un clon creado por ella. La chica que la veía tenía una característica diferente, sus ojos no eran azules, eran de un color rubí con la esclerótica negra. Daba miedo de verla, y eso que había visto cosas feas en su vida, Kiba, por ejemplo.

Fue una pelea interna bastante dura para ella. Había revivido momentos que había querido olvidar o dejar abandonados en lo más oscuro de su mente. Su infancia no había sido la más linda, o si quiera fue normal. Siempre fue despreciada, nadie se acercaba a ella. Estuvo condenada al ostracismo desde que su padre le selló al Kyubi en su interior. Recibió esas feas miradas de desprecio y miedo. Nunca se le permitió jugar con los otros niños en la academia. Vivió sola desde que tenía buena memoria, y no se le dejaba entrar a la mayoría de los locales. Luego llegó a su etapa Genin, cuando creyó que todo mejoraría y que encontraría a buenos amigos. Lo más duro de ver fue la traición de Sasuke, cuando este casi la asesinó con su brazo atravesándole el pecho. Nunca quería volver a ver a su amigo así, con esa mirada de un loco mientras sonreía con descaro, su Chidori brillando mientras estaba perforándole un pulmón. Fue un milagro que haya sobrevivido a ese ataque.

¿Cómo pudo derrotar ese rencor? No lo hizo, tal vez no por completo, pero pudo aprender a lidiar con eso. Muy en el fondo supo que eso no sería posible, el daño no podía ser curado, tendría las cicatrices grabadas en su piel sin importar cuanto tiempo pase, pero lo mejor era saber lidiar con eso, superarlo y solo recordar ese tiempo como algo muy lejano. Por eso, se acercó a su contraparte y la abrazó, como firmando el trato de que ambos convivirían en paz. Eso funcionó, pues, después de unos segundos, su contraparte se desvaneció en el abrazo.

Así llegó a la siguiente parte del entrenamiento con Killer Bee, poder enfrentarse al Kyubi frente a frente en su sello. Era algo de locos enfrentarse a un Bijuu sola, varios lo habían intentado y habían muerto, su padre era un buen ejemplo. Cuando liberó al Kyubi, no volvió su padre como la vez anterior, solo hubo un gran rugido cuando la bestia salió de su cárcel y la comenzó a atacar con sus garras y algunas esferas púrpuras que provocaban grandes explosiones. Nunca esperó que luchar con el Kyubi fuera fácil o, incluso, justo. El zorro era fuerte, pero también sabía jugar con las emociones de las personas, de una forma muy realista, su chacra tan corrupto hacía sacar a cualquier persona lo peor de sí, sus errores, sus lamentos, sus miedos, su ira, todo eso mezclado en una rara ráfaga de opresión sobre su cuerpo que la hizo caer y sucumbir ante el poder del zorro. Sintió que todo su cuerpo se adormecía y no pudo respirar, pero eso cambió de forma tan abrupta que apenas tuvo tiempo de registrar lo que sucedía. Ya no estaba en la lúgubre sala con el Kyubi, ahora estaba en un lugar vacío y de color amarillo. Parecía estar flotando, a pesar de sentir el suelo sobre sus pies. Pero no estaba sola, al frente había una mujer alta, con el cabello rojo lacio cayendo por su espalda, traía un vestido verde sobre una blusa blanca. Se quedó viendo por más tiempo su rostro, una tan amable y con unos ojos tan grandes como los suyos de color entre morado y gris. La mujer tenía una linda sonrisa en su rostro que la hacía lucir como una niña con un dulce.

Te Recuperaré | Naruto Fem x SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora