Rompiendo las normas ||BounPrem||Mpreg||Omegaverse

Capítulo 10: El futuro por delante

-No he podido ir porque surgió algo importante -Boun hablaba con sus padres mientras intentaba esquivar un beso de Prem, que parecía tener ganas de jugar con él - iré la semana que viene... sí, fue algo importante pero al menos no resultó ser grave.  Es más bien algo bueno.  Sí, estoy bien.  Muy bien, mamá.  Te lo prometo.

-¿La semana que viene te vas?

-Nos vamos.  Te quiero presentar a mis padres

El rubor en la cara de Prem compartió espacio con la luminosidad repentina en su mirada. 

-Es verdad.  Está sucediendo.

Boun le besó, deseando explicarle que para él era más increíble aún.

-Sí.  Y ahora vamos a cenar algo.  Llevamos todo el día...

-Follando.

Boun le miró avergonzado pero la risa cristalina de Prem hizo que no le reprendiera.  Su omega era más abierto, más espontáneo... justamente lo que necesitaba.  Realmente le completaba.

-No puedo llevarte a ningún sitio elegante así que técnicamente esto no cuenta como primera cita.

-No seas tan tradicional.  Llevamos horas haciendo el amor.  No creo que tengamos que pasar el ritual de la primera cita -Prem se calló pensativo - a no ser que quieras hacer un ritual clásico de primera cita.

-Pues claro -Boun sacó ropa del armario.  Se sentía muy bien tras la ducha.

-¿Con anillo de ofrecimiento de enlace?

-Es lo que se hace cuando te citas formalmente con tu omega por primera vez.  No con alguien que simplemente te gusta.

Prem sintió su corazón derretirse.  El, que siempre se había jactado de que los alfas no causaban nada en el con sus feromonas, mintiendo descaradamente por hacerse el duro.

-Entonces hoy cuenta cómo alimentar a tu omega para que no le dé un colapso.

Boun sonrió.  Prem se mordió el labio.  Boun decidió que tenía que asumir su rol y hacerse el responsable.

-No me mires así o acabaremos otra vez en la cama.

-No me parece mala idea.  Tengo mucho tiempo que recuperar.

-Antes tenemos que ir a comer algo. 

Prem se levantó.  Por un momento le temblaron las piernas.

-¿Estás bien?

-Sí.  Es que tengo debilidad.  Pero casi no me duele. 

-Estabas muy lubricado.

-Eso decían que pasa cuando conoces a tu compañero de vida.

-Y es verdad- concluyó Boun, que estaba aún más emocionado de lo que podía expresar.

-Boun.

-Dime.

-No te reprimas así.  Conmigo puedes ser tú mismo.

Boun se pasó la mano por la cara.  Sonrió sin evitarlo esta vez.  Ampliamente. 

-No puedo creerlo aún.  Pensé que mi destino era estar solo.  Que era un bicho raro y nadie accedería a estar a mi lado. 

-Pues ya he llegado.  De hecho, a mi también me decían que era raro...

-Una expulsión disciplinaria por enfrentarte a un alfa es raro.  Pero en el sentido de extraordinario.

-¿Crees que tus padres me van a aceptar? Supongo que estarán muy preocupados por ti.

-Sí, te aceptarán pero probablemente se empeñen en hacerte pruebas a ti también para ver cómo funciona ese tema de las hormonas. El tema de las disfunciones y rarezas en alfas, betas y omegas es el trabajo de su vida.  Al fin y al cabo, son extrañas, muy pocas y apenas estudiadas.

-Se que apenas hemos empezado... un momento, ¡No me has pedido formalmente que sea tu compañero!

-Estaba ocupado admirando tu cuerpo... y entrando y saliendo de él

-Eso no es excusa -Prem levantó la cabeza, fingiendo estar molesto.

-¿Quieres ser mi compañero?

-Toda la vida.

Boun se rio y le besó.  Tumbó a Prem mientras le besaba.

-¿Y si pides comida para casa?

-No -Boun se levantó.  - tienes que alimentarte.

-Está bien. 

-¿Qué estabas diciendo sobre mis padres?

-Que a lo mejor pueden saber si en un futuro podremos tener hijos.

-Si no podemos, adoptaremos.

-O ambas cosas.

-Vamos.  Como sigamos con esta conversación, mañana no podrás caminar.