Capítulo 28: Una pareja necesita intimidad

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El resort y vivir apartados de todo durante unas semanas había sido la mejor idea que Boun había tenido en su vida.

La noche en que le pidió a Prem que fuese su esposo, se lo habían comunicado formalmente a sus padres.  Al día siguiente fueron al registro civil para inscribirse como matrimonio acompañados de sus padres.  Prem seguía insistiendo en que sus padres no manifestarían ningún tipo de interés y se limitó a enviarles un mensaje y a decirles que ya se verían.

Boun no quiso empañar el día insistiendo en nada.  Quería que Prem estuviese tan feliz como él.  Y lo estaba.  De algún modo lo que sólo había creído que sería un trámite rápido y meramente formal había recubierto de una legitimidad inesperada por su parte lo que consideraba como sentimientos y parte de la más cerrada intimidad.  De repente tenía ganas de gritar al mundo que acababa de casarse, que esperaba un hijo, que Prem era suyo.  Y el de Prem.  Su relación nunca tendría el férreo equilibrio jerárquico de las tradicionales pero eso la hacía aún más valiosa.

Tras celebrar con una comida familiar en el único restaurante del pueblo su compromiso, durmieron en casa de sus padres antes de ir al resort donde había contratado un pack de luna de miel que incluía una boda tradicional tan íntima que sólo les tendría a ellos dos.

Las maletas estaban listas.  Prem se dejó caer en la cama, agotado.  Acababa de tener el sangrado de su celo, se había casado ese día y sus padres habían reaccionado con la indiferencia de siempre.  Y quería fingir que no le molestaba, pero lo hacía.  Miró su anillo satisfecho.

-Deberías ducharte.

La voz de Boun le sacó de sus pensamientos.  Estaba frente a él con el torso descubierto y una toalla en sus caderas.  El abdomen hacia un ligero pliegue que hacía adivinar a quien lo supiera que había una vida en proceso ahí dentro. 

Se mordió el labio.  Boun sonrió.

-¿Por qué me miras así?

-Ya lo sabes.  Hace muchos días... tuve el celo y el sangrado...

Boun se rio, sentándose a su lado.  Prem hundió la nariz en su cuello.  Boun se burló de él.

-Estás otra vez ebrio.

-Sí, pero no como la otra vez.  Hoy supe decirles a tus padres no a tiempo.  No sé cómo tú has salido tan poco bebedor, con el aguante que tienen ellos.

-En realidad hoy lo estaban haciendo a propósito.  Todos estábamos sobrios menos tú.  Mi madre me dijo que quería que bebieras para que no pensaras en nada que no fuese el momento y porque a partir de ahora tendrás que dedicarte mucho más a otras cosas que no incluyen salir a beber con amigos.

-¿No les has dicho que no soy así?  Ya sabes que apenas bebo.

-Sí.  Entonces me dijo que eras muy tierno cuando estabas así.

-Os odio -dijo Prem con una sonrisa que indicaba lo contrario.

Prem metió la mano bajo la toalla y comprobó que no había nada bajo el algodón.  Solo el cuerpo de Boun.  Notó como el pene se erguía y engrosaba cuando lo tocó.  Boun gimió.  Apoyó la frente contra la de Prem.

-Mis padres están despiertos.

-No me importa... -siguió acariciando bajo la toalla.  Esta se soltó y cayó sobre los costados de Boun revelando sus caderas y sobre todo su miembro.  Prem jadeó.  Era curioso, pero aquel día se sentía a la vez muy omega pero también quería complacer al hombre que le había hecho tan feliz, el alfa que al fin había llegado a su vida y le había hecho sentir tan completo.

Tenía que ser él, que suerte de haberse encontrado.  Sus labios y los de Boun se encontraron y se besaron con ansiedad, entre movimientos de lengua y mordiscos en los labios.

Prem movía las manos hábilmente acariciando él pene cada vez más duro de Boun.  Podía notar como palpitaba en su mano, mientras masajeaba en sentido ascendente y descendente, cada vez más rapido, deteniéndose a presionar el glande y dibujar círculos.  Tenía ganas de seguir dándole placer, incluso con su boca, pero su esfínter vibraba dilatándose y mojando su pantalón, deseando que le llenasen.

-Hazme... antes de que te corras...

Boun le empujó sobre la cama.  Le bajó los pantalones y entró en él con rapidez.  Prem gimió contra la almohada. 

-¿Sigues con los anticonceptivos...?

-¡Sí! Pero házmelo y córrete dentro.

Boun empujó sólo dos veces, antes de que su orgasmo estallara y llenara a Prem con su semen.  Este gritó y se masturbó para  correrse cuando antes.

Boun se dejó caer a su lado.

-Creo que tendré que volver a ducharme...

El picaporte giró y Boun apenas tuvo tiempo de cubrirles a ambos con la colcha.

-Chicos, solo venía a traeros algo para comer a medianoche.  He escuchado que habéis empezado con ganas.  Os dejo agua...

-Mamá, vete.

-¡Tranquilo!  Estáis casados y el sexo es bueno durante el embarazo...

-¡Mamá!

La puerta se cerró.  Prem miró a su marido.

-Mejor seguimos con ésto en el resort.

-Cada dia mientras dure la estancia.

-Voy a ducharme.

-Yo voy a cambiar las sábanas y luego me daré una ducha muy rápida.

-Ya quiero estar solos en ese resort.

-Y yo.  No sabes cuanto...

Rompiendo las normas ||BounPrem||Mpreg||OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora