Rompiendo las normas ||BounPrem||Mpreg||Omegaverse

Capítulo 24: Opinión médica

Boun había fantaseado alguna vez en su vid de cómo sería ser padre dado lo lejano que eso parecía.  En su remota y cómoda fantasía, un omega al que amaba le comunicaba con timidez que estaba esperando un hijo. Por supuesto todo estaba lleno de ternura y felicidad y en su imagen mental desde luego no salía él en la parte trasera de un coche que rozaba el límite de la velocidad, con el anillo en su pantalón y sus padres discutiendo no haberle explicado las cosas bien echándose uno la culpa al otro.

Estaba aturdido.  Seguía sintiéndose mal, pero estaba mejor y había intentado convencer a su madre y no echar a perder el día, pero sus padres y Prem se habían puesto en bloque en contra de eso e insistían en la necesidad de un médico.

-¿Se ha enterado alguien de que está embarazado?

-Me guarde el test y dije que era un test COVID.  Les dije que era agotamiento y que muchas gracias.  Han tenido en cuenta que afronto sus problemas de salud y mantienen la nota máxima.

Cuando llegaron al fin al pueblo donde vivían sus padres deseaba dormir y comer y en ese orden .

Pero sus padres tomaron la carretera de frente hasta el complejo hospitalario.  Entraron por el garaje.

-Yo me encargo -su madre era la especialista en embarazos complicados.  El campo de su padre era más la fecundación in vitro.

Prem insistió en pasar y Boun de verdad quería que estuviera ahí.  Se quito la ropa y ahora estaba tumbado sobre una camilla con uno de esos camisones que te dejan el culo al aire.

-Lo siento. Tenía cosas preparadas...

-No voy a huir.

Boun dejó escapar el aire.  Durante un rato había sentido ese pánico que siente un omega sin pareja cuando su test es positivo.

-No pensé en qué te fueras, pero si en que quizás no querrías seguir con el matrimonio y formar una vida juntos...

-No vuelvas a decir nada así.  -Prem guardó sllencio - si todo está bien y es un embarazo viable, ¿quieres continuarlo?

Boun le miró sorprendido.  No se había planteado esa posibilidad y que sería una pregunta que escucharía en breve.

-Sí -dijo hablando con el corazón.

Prem dejó salir el aire del pecho.

-Yo también lo quiero, pero sentía que no tenía el derecho a exigirte nada respecto a eso.  Influye en tu vida laboral, en cómo van a verte...

No pudo seguir.  La madre de Boun llegó con otro médico y una enfermera.

-Los síntomas son confusos. Y las hormonas están totalmente descontroladas.

-Mejor no tocar sus hormonas por hoy.  Su cuerpo está trahajando para acoger al bebé. 

Los ojos del médico buscaron por el cuarto hasta encontrar a Prem.

-¿Es usted su alfa?

-Soy su omega.

-Es mi hijo -dijo al fin la madre. -tiene un aparato reproductor muy perecido al omega.

-Entiendo.  Haré una ecografía para comprobar cómo está el bebé y el padre y a partir de ahí se pueden tomar decisiones y planes.

Boun seguía aturdido cuando le echaron un chorro de gel en el abdomen.

Su madre seguia muda y atenta a todo, demasiado implicada para formar parte de lo que estaba ocurriendo.

-Es un bebé de unas cuatro o seis semanas.  Está bien colocado en el útero, nada de las trompas ni ningún sitio no viable.  Tiene un tamaño adecuado y no veo malformaciones ni nada que indique que no es un embarazo viable.  -exploro con la mano a Boun - el canal de parto no es tan perfecto como el de un omega pero nada que no se salve con una cesárea.

Boun dejó salir un suspiro.  Buscaba los ojos de Prem.

-¿Necesitan tiempo para pensarlo?

-No vamos a interrumpirlo.  Vamos a tenerlo.

El médico se volvió hacia su madre.

-Entonces necesita un seguimiento exhaustivo y algunas pautas.  Además habrá que controlar las hormonas pero cuando pasen estas semanas.

Murmuró con delicadeza que los dejaba solos.

-Mamá...

-Ya hablaremos de esto.  ¿Estáis felices?

-Mucho.

La madre de Boun dejó de controlar las lágrimas.

-Yo también.