NARRA PEYAN
Me giré rápido al escuchar un chapuzón.
Al entender lo que pasaba empecé a nadar lo más rápido que podía, la profundidad era de tres metros.
Llegando allí cogí aire y me sumergí, su cuerpo bajaba sin intentar evitarlo, solo esperaba tocar el fondo en algún momento.
Cuando pude agarrarla la subí y la apoyé en las escaleras mientras se abrazaba a mí.
-¡¿QUÉ COÑO HACES?!- di un golpe a la pared de la piscina.
-Demostrarte algo- respondió agitada cogiendo oxígeno en lo que la acorralaba apoyándome en la superficie para no hundirme.
-¡¿QUE NO SABES NADAR?!
-Que solo necesito alguien que me salve los días.
Odiaba que me mirase así, tan sincera.
-¡HAS PODIDO MORIR!
-No he estado en peligro en ningún momento- confirmó -pandillero o no, tú nunca dejarías que me pasara nada- sonrió ablandándome.
-Sayuri quítate eso de la cabeza, ni siquiera podría ofrecerte un anillo en condiciones, ni una casa grande, ni el último modelo de coche, ni viajes caros. Yo no sirvo para estudiar, no sirvo para darte una buena vida.
-Yo no quiero a alguien que me ofrezca cosas materiales- le miré los labios para confirmar que lo estaba diciendo y que no me lo estaba imaginando.
-Tampoco soy guapo.
-No quiero un hombre florero.
No me lo estaba dejando fácil.
-Quiero ser feliz sintiéndome querida- me miró la boca y sonrió -y eso no me lo va a garantizar un marido guapo y una casa enorme. Yo quiero que se preocupen por mí, que les de igual hacer el ridículo si es por hacerme reír, alguien fiel que cada vez que me vea sea con la misma ilusión que el primer día, alguien que no se avergüence de mí ni en mis peores días. Alguien con quien ser yo y sin aparentar. Alguien que se esfuerce por mí sin pedir nada a cambio solo porque mi felicidad es la suya, alguien que quiere compartir tanto lo bueno como lo malo.
-Te he mentido mucho.
-Por creer que no eras suficiente.
Apoyó las manos en mis mejillas y siguió sonriendo.
-Alguien que me haga reír. Que me quiera tanto como para creer que me merezco lo mejor y me deje ir para dejarme encontrarlo sin saber que ya lo tenía.
-Porque soy idiota.
-Porque eres puro.
Eliminé la distancia que había entre nuestros cuerpos.
-Tienes una hoja enredada en el pelo.
-Es que he venido dando un paseo por el bosque.
-¿Has saltado la reja?- me sorprendí.
-No me iba a ir sin verte.
Mamá dijo que quien te quiere hace lo que sea y se esfuerza por ti.
MAMÁ DIJO QUE ESAS SON LAS INDICADAS.
-¿Sabes? Lo del Palacio de Hielo no fue casualidad, el día que nos conocimos te seguí hasta allí y luego me apunté- expliqué con vergüenza -me ha costado aprender porque siempre te miraba.
-Y yo lo sabía- ¡¿QUÉ?! -por eso me acerqué para pasar tiempo contigo, nunca hacías nada.
-¿Eso crees?
-Eso demostraste.
-¿Y te gusta la iniciativa?
-Depende- se mordió el labio -si el chico me gusta sí.
Uno, dos, tres, cuatro... sigue sonriendo, eso es que le gusto.
Eliminé la única distancia que había entre nosotros y la besé dulcemente. Me separé, fue corto, pero suficiente para corroborar si le había gustado.
-Me has dejado con la miel en los labios- sonrió.
-No todo es color de rosa- bromeé.
-Uno más.
Nos besamos abriendo más la boca, dejando espacio para meter poco a poco la lengua, llevó las manos a mi nuca y empezamos a jugar.
Al separarnos la volví a mirar con las pupilas dilatadas, juraría que veía estrellas a su alrededor.
Hasta que me di cuenta y me alarmé pasando un dedo por su cara.
-NO LLEVAS MAQUILLAJE.
-No- respondió sorprendida.
-¿Eres así de bonita desde que te levantas?- seguramente soné a marido orgulloso, pero era preciosa.
Se lanzó a mi cuello manteniéndose a flote en el agua, la abracé con un brazo para seguir manteniéndome en la superficie y enlazó las piernas a mi cintura.
-Tú me enseñas a nadar y yo a patinar.
-Bueno pero ahora no.
Me dejó un corto beso en los labios.
-Mi suegra me cae muy bien.
-Eh... ¿qué?- sentí un pinchazo en el pecho solo de pensarlo.
-Y mi cuñada es muy atractiva oye.
-Eso dicen todos los tíos de su clase- respondí con asco.
Sonrió y la besé enlazando un poco más nuestras lenguas y notando un hinchazón en el bañador, pero sin darle importancia.
-Espero poder proteger esa sonrisa.
Segunda parte próximamente
ESTÁS LEYENDO
OCASO - PEYAN
Fanfic¿Pehyan se enamora? Fic corto. No superé su casamiento con Yasuda. Pehyan te quiero. No lemon, cochinotas. Lo mejoraré con el tiempo, solo tenía prisa por subirlo.