Mi sexy hermano (y su sexy amigo)

8.

Niall's pov
Me siento confuso, estoy enamorado de Louis pero me encanta cómo me folla Harry.
No sé qué hacer, asi que voy a la cocina y me echo un vaso de whisky.

Al final parece que se me fue la mano, porque estoy en una cama del hospital.

En una silla, hay un tierno Lou esperando que despierte. Cuando lo hago, sus ojos brillan de alegría y su sonrisa aparece.

-¿Qu..qué ha pasado?

-Intoxicación etílica, Ni. Menos mal que pasé por tu casa. Te pasaste, tío. El alcohol se esparció por la cocina y tenías el fuego encendido, tú siempre con hambre, y por poco no lo cuentas.

-Entonces... eres mi ángel...

-Se podría decir que sí -se levantó y me besó, no podía creer que me hubiera salvado la vida, así que le correspondí con un largo beso.

-No ha sido nada, Ni. Pero para tu casa... ha acabado en cenizas.

-Oh.. no, joder. ¿Y ahora qué?

-Cariño, no te preocupes. Mientras reconstruyes tu hogar, te he echo un sitio en el mío.

-MUCHAS GRACIAS, LOU, ERES EL MEJOR NOVIO DEL MUNDO -sabía que probablemente medio hospital me habría oído, pero me dio igual.

Estaba encantado con la idea de irme a vivir con mi novio, pero luego saltó una duda a mi cabeza: tendría que ver a Harry todos los días, afrontar la mirada de odio que puso el día que le rechacé y que aún mantiene, saber que perdí la virginidad con un hombre que me tiene asco por elegir a su hermano.

No me detuve mucho más en ese pensamiento, enredé los dedos en el pelo de Lou, lo atraje hacia mí y nos besamos apasionadamente.

Pasé dos días más en el hospital, no paraban de hacerme pruebas y la verdad es que me tenían harto; sólo me consolaba una cosa: Louis estuvo conmigo desde la noche del ingreso hasta la tarde de salida, besándome, acariciándome, y diciéndome que todo iba a ir bien.

Salimos de la mano por la puerta del hospital, sonrientes, y nos fuimos a pasear por el parque.

-Louis, ¿qué pasará con tu hermano, sabes si me odia?

-Odiar odiar... no lo creo. Sólo está molesto y celoso, antes me tenía a mí y ahora el que me tiene eres tú. Tendrá que asimilarlo. Yo le quiero y sé que lo comprenderá. Además, he dejado el sexo con él desde que te tengo a tí. La verdad es que ya no tengo cargo de conciencia.

-Si tú estás bien, yo estoy bien. Sólo quiero verte feliz.

-Y lo estoy, precioso -dijo dándome un beso.

Unos niños que jugaban al fútbol nos pasaron un balón, y estuvimos toda la tarde jugando.

Por la noche, Louis me llevó a su casa, y mi corazón empezó a acelerarse cuando metió la llave por la cerradura para empezar a abrir la puerta.