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-Me alegro de que los dos juntemos fuerzas para trabajar juntos- Dijo la espeon, tratando de parecer lo más amable posible para que el sprigatito no cambiase de opinión. Aunque sería poco probable, ya que estaba muy animado.-

-¡Sí! me alegro de que me encontrases, Lira.- Le respondió el pequeño pokemon, pensando en que se le hacía raro llamar a alguien por un nombre.-

"No parece pensar nada raro de mí.. así mejor" se dijo ella interiormente.-

-¿Te han gustado las bayas que he recogido? Están muy sabrosas- Le preguntó tratando de entablar conversación.-

-Sí. Están muy ricas.- Le respondió él mientras miraba una de ellas.-

-Y bueno...en que dirección crees que podríamos empezar a buscar?-

-¿Eh? ¿Por que me preguntas eso....a mí?-

-Pues... no se. Tal vez tú conoces mejor esto.-

-La verdad es que no....el profesor nunca nos dejaba salir del recinto de su jardín. De vez en cuando nos dejaba ir a la playa, pero...no más.-

-¿Uh? ¿Profesor?-

-Es como le llamamos nosotros al director de la academia. Vive en una mansión aparentemente lujosa en pueblo..emmmm..¿Cáhiz? algo así. Se encarga de cuidar pokemons básicos para convertirlos en compañeros de entrenadores principiantes.-

-¿Y tu no querías convertirte en uno de ellos, verdad?-

-......no.- Dijo él para después dar una pausa y seguir hablando.- Pero mis amigos sí. no lo entiendo.-

-Yo tampoco.- Mintió la espeon, porque ella sí lo entendía.-

-¿Así que tu tampoco quieres ser entrenada por nadie, Lira?- Le preguntó sprigatito con curiosidad.-

-Pues no- Volvió a mentir. En realidad, ella si había sido entrenada por alguien, y quería seguir teniendo un entrenador.-

-Me alegra de que pienses igual que yo- Dijo esbozando una linda sonrisa.-

-........- Lira intentó hacer lo mismo.-



Un nuevo hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora