Un nuevo hogar

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"No te preocupes. Soy de fiar" fueron las palabras telepáticas de Lira hacia el pequeño sprigatito. 

El sprigatito se quedó pensativo. Algo le decía que era su oportunidad. Podría encontrar un sitio donde el profesor y su futuro dueño jamás le encontrarían. Así, escaparía y formaría su propia vida, sin humanos. Pero había algo que no encajaba. No sabía si aquel, mejor dicho, aquella pokemon era de fiar.

-H-hola. ¿Quien eres?-

-Puedes llamarme Lira, soy una espeon.- Le respondió. - ¿Y tú?

-Soy un sprigatito, y.... no tengo nombre. Nadie me ha puesto nombre.-

-....oh...-

-........-

-¿Y que haces aquí?- Le preguntó tratando de esbozar una sonrisa simpática.-

-No quería que me llevasen con un humano, así que...salí de mi hogar por la noche y estado hasta la madrugada andando. Pero después de un rato me di cuenta de que estaba caminando sin sentido, y decidí esperar a encontrar alguna...oportunidad.- Le explicó a la espeon.-

-Pues creo que te alegrará que te diga que creo que yo soy tu oportunidad.- Le contestó ella amablemente.-

"Es mi momento. Hace tiempo que estoy esperando algo así. Esta criatura perdida ha iluminado mi camino. Gracias a él podré tratar de encontrar mi nuevo hogar. Si no....no sabría que hacer" pensó.

-Y, exactamente, qué tienes pensado?- Le preguntó Lira, esperando internamente la respuesta que ella buscaba.-

-Quiero encontrar un nuevo hogar donde no haya humanos, solo pokemons, y que viva pacíficamente allí con mis amigos. Pero mis medio hermanos no querían, así que... yo había decidido buscarlo por mi cuenta y hacer nuevos amigos.-

-Yo estaba buscando algo parecido. Yo vivo en una cueva no muy cómoda pero en la que se puede estar, aunque yo estaba buscando algo nuevo.- Le dijo sin mirarlo directamente, con la mirada pensativa, en otro lugar...-

-Así que quieres lo mismo que yo! Pues podemos buscar un hogar juntos! Así no estaré solo.- Le respondió sprigatito perdiendo totalmente el miedo que tenía.-

"Justo lo que pensaba. No ha habido que buscar un plan B" pensó la espeon, con una mirada un tanto extraña y de un cierto modo, feliz.