Un nuevo hogar

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En otra parte, cierto científico y cierta asistenta llegaron al despacho del director de la academia, que les observaba expectante, buscaba entre la mirada de los recién llegados alguna respuesta.

-¡..Misión conseguida! Enhorabuena, Robert. Sabía que junto con Kate conseguiríais encontrar a Sprigatito.- Les dijo-

-Lo cierto es que no ha sido como esperábamos, director...- Dijo Kate, la asistenta.-

-N-no es Sprigatito el pokemon que traemos, desgraciadamente....- Murmuró después Robert, el científico.-

-¿Eh? No os entiendo.- Respondió, curioso.

-...Por accidente, el pokemon que traemos no es un sprigatito, si no una espeon shiny que lo acompañaba.- Empezó a explicar Robert.- El problema fue que sólo llevábamos una pokeball, y cuando fuimos a intentar capturar el Sprigatito con nuestras propias manos, consiguió escapar...-

-...- 

-Eh...¿Profesor?-  Dijo delicadamente la asistenta, mirando al director, que miraba hacia el suelo sin decir nada.-

-No pasa nada- Dijo este, y alzó la mirada.- ¡Puede que sea incluso una oportunidad! En primer caso, podemos investigar a esta espeon, al ser shiny nos dará muchos datos ya que es el primer pokemon shiny que encontramos en esta zona. Después, podremos utilizarla como señuelo para atraer a Sprigatito.- Terminó de explicar con una sonrisa siniestra.-

-Entonces....¿no me va a despedir?- Preguntó con miedo Kate.-

-Y a mi, ¿me va a pagar?- Preguntó también Robert de la misma forma.-

-Por supuesto. Aunque no lo parezca, me habéis proporcionado mucho más de lo que pensaba. Mucho.- Terminó de contestar el profesor, mirando por la ventana de su despacho, desde la que se podría ver la costa y el inmenso Mar de Paldea, donde empezaba a atardecer.

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