Luego de la charla con mi madre medité mucho sobre lo hablado. Debía ganarme el perdón de ________... y probablemente hubiera progresado un poco si tan solo hubiera ido al instituto al día siguiente, pero no fui. ¿La razón? Me dio pánico en cuanto di un paso fuera de casa y regrese a encerrarme a mi habitación.
Era fácil pensar en lo que debía hacer. Era un simple plan de 4 pasos.
1. Ir al instituto
2. Buscar a ________
3. Pedirle disculpas por lo del otro día
4. Confesarle mis sentimientos
Si todo salía bien, ________ me perdonaría, correspondería mis sentimientos y comenzaríamos a ser pareja. Pero claro, ya comenzaba a fallar en el paso uno. Con este ya iban tres días de no ir al instituto.
¡¿Por qué eres así Félix?!
Pasé un día más en mi habitación, pensando en las palabras correctas para la mejor disculpa. Mi madre dijo que me perdonaría, pero ¿En verdad lo haría?
Todas las personas tenemos un límite, y en algún punto hacemos aquello que nunca pensamos hacer o decir. ¿Y si ella no me perdonaba? A lo mejor y ni siquiera quería verme y solo me ignoraría... como yo hice siempre.
¿Por qué los sentimientos tienen que ser así de complicados?
Por un momento pensé en la posibilidad de preguntarle a Adrien si ________ había estado llegando al instituto, pero él también es parte de mi problema, tomando en cuenta que ambos gustamos de la misma chica. Lo más seguro en es que él me odie ahora también, me sorprendería si no es así, incluso me odio a mismo por haber lastimado a la chica más dulce y hermosa de todo el mundo.
Nuevo día, lo que trae pensamientos positivos... o eso trate durante mi trayecto al instituto. De hecho, al salir de casa estaba por volver a entrar, pero literalmente mamá me sacó a rastras y cerro la puerta desde dentro. Ya estaba pensando en entrar por alguna ventana hasta que mi progenitora me lanzó una mirada de enojo.
—¡Félix Fathom! ¡No te dejaré enterar a esta casa hasta que vayas al instituto y de disculpes con la pequeña Arnaud, y me enteraré si no vas! —
Un escalofrío recorrió mi espalda al recordar las palabras de mi madre. En ocasiones era mejor no retarla si quería salir con vida.
El camino se me hizo corto al estar pensando en ella. Todo mi orgullo se iría al caño en cuanto la buscara y rogara por su perdón, pero... esa niña lo valía, ¿Cuántas habían sido las veces que ella me buscaba a mí? Ahora yo la buscaría a ella.
No sabía si sería difícil o no, pero indistintamente de la dificultad, haría hasta lo imposible por conseguir al menos una mirada de ella.
Creí que encontrarla sería complicado, pero la vi sentada en una de las tantas bancas dentro del instituto. Nunca me había alegrado tanto de ver a alguien, pero mi entusiasmo se desvaneció tan rápido como llegó.
No estaba sola, Agreste y Bourgeois estaban con ella. Facialmente podría hacer que Adrien se fuera, nunca ha sido de carácter fuerte como para enfrentar a alguien, pero Chloe seguramente no me dejaría acercarme a ella.
De acuerdo, ya había tomado el valor de salir de casa, ahora debía acercarme a la niña pelirroja y hablar con ella.
Comencé a acercarme, sintiendo como con cada paso mi corazón se aceleraba cada vez más. Un nudo se formó en mi garganta, al mismo tiempo que un hormigueo comenzaba a hacerse presente en mis manos. Solo faltaban un par de pasos para estar frente a la chica de ojos esmeraldas, cuando Chloe notó mi presencia.
¡Mierda, ya me vio!
Y solo con haberme visto rápidamente tomó la mano de Arnaud, para llevársela de inmediato de aquel lugar.
Vi como se marchaban. Solté un suspiro ante lo ocurrido. Creí que lo difícil serían las palabras que le diría, pero al parecer la dificultad que tendría sería acercarme a ella.
No todo sale como uno quisiera. ________, seguramente, se encontraba triste y Chloe al parecer molesta, por no decir furiosa, conmigo.
Al principio mi objetivo fue alejarme de ella, ahora no la quería lejos. Quería volver a tenerla cerca.
¡¡Al fin actualización!! :D
¿Me tardé?... *sale corriendo para que no le peguen*
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Niña de la escuela ||Félix Fathom x F. Reader||
Fanfiction- Te di mi tiempo, mi apoyo, mi amor... y lo único que recibí de ti fue odio y rechazo. No esperes te acepte ahora- Esas palabras tan frías saliendo de sus labios llegaron a mi corazón como dagas. Tenía esperanzas de que aún sintiera lo mismo de hac...