Arreglar las cosas con alguien suena más fácil de lo que parece.
Ya no sé cuanto tiempo pasó desde que escuché la conversación de ________ con Adrien, o bueno parte de ella. Deje de contar luego del tercer día... creo.
Y es que mi corazón parece entrar en una guerra cada vez que en mi mente aparece el lindo rostro de la niña de ojos esmeralda.
Querer disculparse. Pedirle perdón por la palabras crueles que le dirigí aquel día donde tire a la basura todo. Decirle cuanto la amaba, que sin ella las cosas eran muy diferentes, y que esa diferencia me disgustaba de sobre manera.
Mamá sigue insistiendo que sea valiente, pero cuando creo juntar la valentía suficiente para siquiera ir a buscarla, esa espina de arrepentimiento y cobardía se instala en mi corazón nuevamente.
Lo único que haces es perder el tiempo Félix.
Me repetía siempre. No necesito a nadie que me diga lo idiota que fui. Tengo suficiente con mi mente para recordármelo.
Los días en instituto comenzaron a sentirse más eternos. Los días ya parecen una rutina para mi. Llegar, ver como llegan a dejarla en el auto, verla charlando con sus amigas, entrar a clases, volver a verla en la hora del descanso, regresar a los últimos cursos y ver como se va de nuevo.
Chloe ya no está detrás de ________ como en días anteriores, pero siempre la lleva a casa al final de la jornada estudiantil, y algunas veces... Adrien lo hace. Lo cual me molesta.
Mi primo es prácticamente un obstáculo para lograr mi objetivo, o en eso lo he convertido yo mismo. Fácilmente podría buscarla, hablar con la linda niña pelirroja y así evitar que Adrien pueda llegar a ganar su corazón, pero lo único que hago es darle más oportunidades a Adrien.
Mientras yo me sigo haciendo añicos la cabeza tratando de articular cinco simples palabras dirigidas a la persona que amo.
Lo siento.
También te amo.
Nuevo día, pero la rutina comienza de nuevo.
Me levanto de la cama, me visto, desayuno y directo al instituto.
Pero al llegar la rutina cambia. Esta vez no veo el típico auto negro del que baja ________ todas las mañanas. Lo cual es extraño. Ella nunca llega tarde.
Supongo que esta vez se presentó algo que hizo que se retrasara unos minutos. Ella no llega tarde, nunca, pero creo que siempre hay una primera vez.
A la hora del descanso no logré divisarla en ningún lugar. Vi a Chloe, pero ella no estaba. Vi a sus amigas, pero ella no. Incluso busque a Adrien con la mirada esperando, aunque me molestara, encontrarla con él, pero el resultado fue el mismo. No la encontré.
Al final del día, no supe nada de ella, solamente que al parecer no había asistido. Probablemente se haya resfriado. Ella era esa típica niña a la que si le caía una leve lluvia o había demasiado frío al día siguiente tendría un resfriado.
Se sentía extraño. Yo me sentía extraño. Con un sentimiento de que algo malo pasó o iba a pasar.
No dormí en casi toda la noche. Con suerte dormí unas dos o tres horas. Me levanté al día siguiente y al llegar al comedor a desayunar lo primero que veo es el rostro preocupado de mamá. Aunque parece ser una mezcla de preocupación y tristeza, talvez incluso lástima, pero ¿por qué?
— Buenos días mamá... ¿todo bien?
— Aún no lo sabes— dice mientras se acerca a mi.
— ¿Aún no sé qué cosa?— me atrevo a preguntar.
Parece dudar en decirme. Y la verdad su silencio comienza a preocuparme. Los segundos que parecieron horas se acabaron cuando ella habló.
— ________, ella... bueno...— nuevamente hay silencio.
— Mamá estas asustándome. ¿Qué pasa con ________? ¿Ella está bien?
— Félix, ella... se fue de París.
— ¿Qué?— es lo único que logro decir luego de las palabras de mamá.
— ________... se fue. Ella y su padre se fueron a Nueva York por... Un timpo indefinido.
Y luego de esas palabras, mi mundo se rompió.
Yo rompí su corazón y ella se fue para repararlo, dejando el mio hecho pedazos.
ESTÁS LEYENDO
Niña de la escuela ||Félix Fathom x F. Reader||
Fanfic- Te di mi tiempo, mi apoyo, mi amor... y lo único que recibí de ti fue odio y rechazo. No esperes te acepte ahora- Esas palabras tan frías saliendo de sus labios llegaron a mi corazón como dagas. Tenía esperanzas de que aún sintiera lo mismo de hac...