Oí como una voz masculina y una voz femenina me invitaron a entrar casi al unísono, me extrañó, pues además de ser habitaciones individuales no eran muy permisivos con juntar chicas y chicos.
Pasé y me encontré a Juan con una chica de aproximadamente unos 18 años, alta, morena y que al acercarme vi que tenía unos preciosos ojos verdes que si no me horrorizaran las personas nuevas le hubiera dicho que eran los más bonitos que vi en mi vida.
-¡Eloy! - gritó Juan mientras corrió a abrazarme- ¿has venido a visitarme?.
-Pues... Verás... Recuerdas nuestra promesa...
-Comprendo - dijo sin dejarme terminar- al menos has tardado 6 meses en recaer. ¿No habrás vuelto a hablar con ella, verdad?
-Eso si que no, arruinó mi vida y sabes que para mi el orgullo va por encima de todo.
-Entonces ¿porque volviste a intentar suicidarte?.
Noté como la cara de su amiga cambiaba de color, supongo que no es plato de buen gusto para nadie que alguien tan joven haya intentado semejante acto.
-Pues... Verás, hace tres días hizo un año que ella y yo habíamos comenzado a salir... Y... Bueno... Eso...
-Eloy... - en ese momento se dió cuenta de la presencia de su amiga y giró rápidamente la dirección de la conversación - esta es Maria, Maria este es Eloy, es un viejo amigo.
