Verás una tarde quedamos para comer con unos amigos suyos, apareció su amiga Sonia con su novio "perfecto" me gusta llamarlo el gilipollas porque al fin y al cabo fue lo que demostró ser. Se llamaba Eloy, igual que yo, pero me sacaba 10 años, se peinaba poniéndose el pelo hacia arriba, llevaba pendientes y tenía un lenguaje que para que me comprendas se puede definir como barriobajero. Ese día fue bastante bueno, hasta pensé que iba a caerme bien, y así fue por algún tiempo.
Tras ese día, no sé el porqué, Sonia y el gilipollas lo dejaron y Raquel se dedicó a consolarlo.
Salimos de fiesta los tres algunas veces, alguna vez con mi prima, pero comencé a ver lo gilipollas que era al poco tiempo, al ver como opinaba sobre temas, como la situación de la mujer, la política española y así.
Intenté alejarme lo máximo posible de él y seguir haciendo mi vida normal con Raquel y bueno, todo llegó a un punto caótico cuando por problemas el gilipollas se vio obligado a vivir en casa de ella. Y al poco tiempo me enteré de que dormían juntos... - su cara cambió hasta de color - tenía que creerme que no pasaba nada en esa cama, y bueno empezamos a tener problemas y acabamos dejándolo. Pero esto no terminó aquí... No sé, creo que estoy abusando de ti, de tu amabilidad, que me estoy haciendo un poco pesado.
-Para nada, me encanta escucharte, ahora estoy intrigada con ese "no terminó aquí" quiero saber lo que pasó después.