El cumpleaños de Vera (II parte)[Un año más cerca de mi muerte]
Mi madre me miraba con una sonrisa en su rostro, no decía nada, acariciaba un mechón de mi cabello que caía por mi rostro.
Podía sentir el césped bajo mi cuerpo y el encantador aroma de la tierra húmeda entrar por mi nariz...
De fondo podía escuchar una voz bastante familiar tararear una linda melodía que aún no lograba reconocer.
Poco a poco mi vista se fue nublado hasta que finalmente la imagen de mi madre bajó el hermoso cielo azul y despejado, desapareció por completo... realmente la extrañaba.
-Buenos días...- espere a que mis ojos se acostumbraron a la luz de la habitación para poder verla con esa sonrisa cálida y dulce el su rostro, y no pude evitar sonreír al ver que era ella quien me mimaba mientras dormía... Era una manía que ella tenía.
Me senté con pesadez y talle mis ojos en un intento por despertarme, aunque por mi cansancio excesivo y el echo de que Lara aún no había abierto las ventanas supuse que era demasiado temprano.
Mire el reloj colocado al costado de la cama y efectivamente eran exactamente "6:00am"...
–Lamento despertarte a esta hora, pero me preocupaba que pensaras que lo había olvidado– tomo el enorme ramo de rosas y lo puso sobre mis piernas -Feliz Cumpleaños mi hermoso capullo...- después dejo un pequeño beso en mi frente.
–Lograste recuperar algunas...– susurré pero Lara solo soltó un suspiro y nego con nostalgia
–Este ramo lo estuve manteniendo desde hace unos días para tu cumpleaños... En fin. Tengo que ir al hospital, debo reponer mi día libre de mañana así que tal vez vuelva muy tarde o mañana temprano, en todo caso solo... te pido que te quedes aquí ¿sí?, mañana iremos a donde tu quieras, ahora vuelve a dormir...– poso su mano sobre mi cabeza regalandome por última vez una sonrisa cálida antes de levantarse y salir de la habitación.
Puedes llamarlo "Sexto sentido", pero creí sentir aquella mañana un aura completamente diferente en Lara. Aún así hice caso omiso, puesto que creía que la causa de esa supuesta tranquilidad era por su reciente perdida.
...
Estaba segura de que sería un día especial, Verónica me citó esta vez en un lugar más elegante que de costumbre, así que me arregle lo mejor posible. La pasé de maravilla, bromeamos, tomamos vino y por un momento olvide todo.
Me olvidé de mi depresión, me olvidé de mis problemas, olvide lo que había pasado la noche anterior, me olvidé de Lara...
Fue extraño, cómo si me hubiesen borrado mis recuerdos, me sentía libre y tranquila.
Después de comer regresamos a nuestro lugar favorito, el parque más grande de la ciudad, nos recostamos en el pasto debajo de un gran y frondoso roble y charlamos hasta que comenzó a atardecer.
–Fue divertido, no sé cómo agradecerte- la mire y muy seguramente sonreí como una tonta enamorada.
–No tienes por qué hacerlo, me alegra verte feliz en un día tan especial como lo es tu cumpleaños– susurró mientras me devolvía una radiante sonrisa –Antes de irte yo... Quería darte un regalo– agrego antes de rebuscar en su abrigo y sacar una caja pequeña caja de color blanco con un bonito moño del mismo color. Lo acerco a mi y con manos un tanto temblorosas la tome, la abrí con delicadeza y mis ojos brillaron al encontrarme con un hermoso collar dorado, una pequeña mariposa decorada con diminutas piedras colgaba de el reluciente y hermosa.