Capítulo 10

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—¡No, Hyunjin, por favor! —Sus lamentos atravesaban la noche sombría, donde las gélidas aguas parecían congelar cada centímetro de su cuerpo— ¡Hyunjin!

—¡Amber! —gritó Jeongin, con el miedo pintado en su voz, mientras sacudía con ansia a la durmiente figura de la pelinegra.

—Por favor, no... —Amber sollozaba en su sueño, derramando lágrimas desenfrenadas.

—Amor, despierta —suplicó Jeongin, horrorizado.

—¡No! —Un grito de angustia brotó de lo más profundo de Amber, y en un instante, despertó, incorporándose sobresaltada en la cama.

Con una mano en su pecho detectó los latidos acelerados de su corazón, y alzó la mirada hacia el angustiado rubio que la observaba.

—Solo fue una pesadilla... —murmuró él, con voz queda al verla tan alterada. Amber asintió sin poder articular palabra.

Acercándose, Jeongin la envolvió en un cálido abrazo, percibiendo el frío y tembloroso cuerpo de la pelinegra.

—Gritabas el nombre de mi hermano —dijo con suavidad, y Amber cerró los ojos, aturdida, sin saber cómo responder— Estás helada. Tomemos un baño y bajemos a desayunar —propuso Jeongin, ante la falta de respuesta.

Amber se acomodó para mirarlo, esbozando una frágil sonrisa.

—Eso suena bien. —asintió.

El rubio depositó un fugaz beso en sus labios y secó las lágrimas de su rostro, apreciando aquellos profundos ojos que tanto amaba. Sin embargo, notó que la mirada de Amber se había tornado triste, quebrantada y apagada, reflejando únicamente el miedo que la acechaba.

Una nueva mañana se alzaba, y en el comedor reinaba un silencio incómodo, con todos los presentes sentados para el desayuno

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Una nueva mañana se alzaba, y en el comedor reinaba un silencio incómodo, con todos los presentes sentados para el desayuno.

Hyunjin sostenía su taza de café con la mirada perdida en su plato, atormentado por los eventos de la noche anterior y por el incómodo encuentro con Jinyoung.

El sonido de la puerta cerrándose atrajo todas las miradas hacia Felix, quien, sin dirigir su atención a nadie en particular, se acomodó en la silla frente a Hyunjin, creando un tenso enfrentamiento visual.

—Llegas tarde —susurró Amelia a su lado, pero el rubio la ignoró por completo mientras daba un sorbo a su taza de café.

Hyunjin dirigió una fugaz mirada a Lauren, quien estaba a su lado derecho, antes de volver a centrarse en Felix con gravedad.

—Lauren, siéntate en el lugar de Felix —ordenó, desconcertando a la pelinegra, quien, a pesar de su sorpresa, esbozó una radiante sonrisa y obedeció—. Y tú, Felix... Puedes comer en tu habitación —añadió con indiferencia.

—Pero, Hyunjin... —soltó Amber, pero la mirada furiosa de Jeongin logró callarla al instante.

Felix apretó los labios y luchó por contener la creciente ira que bullía dentro de él. Con movimientos pausados, se puso de pie, clavando una mirada intensa en Lauren, a quien le hizo espacio para sentarse notando cómo la pelinegra sonreía con burla. Sin siquiera tocar su desayuno, abandonó el lugar con pasos decididos y la ira erosionando su apetito.

Eterna melodía | Hyunlix | 2do Libro De NUM |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora