Eterna melodía | Hyunlix | 2do Libro De NUM |

Capítulo 6

Felix observaba detalladamente cada uno de los movimientos de Hyunjin, quien permanecía alerta, con los ojos fijos en el oscuro pasillo de donde parecían originarse los disparos.

—Ven conmigo y no hagas ningún ruido —ordenó el mayor, clavando una mirada seria en el rostro de Felix, quien asintió en respuesta.

Con sigilo, Hyunjin se dirigió a la puerta más cercana y la abrió cuidadosamente, evitando hacer ruido con la manija, mientras el contrario esperaba ansioso para entrar.

Tras abrir la puerta, ambos se adentraron en una habitación oscura, iluminada únicamente por la intensa luz de la luna que entraba por uno de los ventanales abiertos.

—¡Hyunjin! —exclamó Lauren, saliendo de la cama para acercarse a él.

—Guarda silencio —reprendió el rubio entre dientes— Quédense aquí, manténganse escondidos y eviten hacer ruido —continuó mientras tomaba un pantalón del armario para vestirse rápidamente, ya que solo llevaba una bata.

Felix se alejó de la puerta con pasos cautelosos y dirigió una rápida mirada a Lauren, quien lo observaba con recelo.

Hyunjin comenzó a cargar varias armas y las ocultó en su pantalón, asegurándose de que quedaran cubiertas por la bata de seda negra que llevaba puesta.

—No salgan de aquí —susurró mientras insertaba el cargador en la pistola que sostenía en la mano. Dejó el arma sobre una mesita, recogió su cabello en una media cola y luego empuñó nuevamente la pistola, dirigiendo una fugaz mirada a ambos antes de salir de la habitación.

Los pasos de Hyunjin se alejaron gradualmente y Felix volvió sus ojos hacia Lauren, notando su mirada despectiva.

—¿Por qué te ha metido aquí? —preguntó ella, cruzando los brazos mientras Felix la observaba sin palabras— Pensé que Hyunjin quería verte muerto.

—Estoy igual de confundido que tú. —respondió él con calma, pero el inicio de un tiroteo cercano los hizo saltar y alejarse de la puerta del pasillo.

—Se escucha muy cerca. —murmuró Lauren aterrada, y sus ojos se encontraron con los de Felix, quien asintió en silencio— Estás temblando— añadió ella, sin dejar de mirarlo.

Felix volvió su mirada hacia la contraria y apretó los labios. El frío de la noche y el miedo que lo recorría empezaba a ser un completo sufrimiento.

—Ven, buscaré un abrigo de Hyunjin para ti. —dijo Lauren, ofreciendo una sonrisa amable, y el rubio la siguió rápidamente, deseando entrar en calor.

La pelinegra abrió el armario y rebuscó entre las prendas mientras Felix esperaba con ansias, abrazándose a sí mismo.

—Hyunjin me lo agradecerá. —murmuró Lauren, mostrando una sonrisa fría.

—¿Qué? —preguntó el rubio con voz débil, pero antes de que pudiera reaccionar, la contraria abrió la puerta de la habitación y lo empujó afuera, haciendo que cayera al suelo.

—Maldición, no están aquí. —masculló Lauren al ver el pasillo vacío, y Felix intentó entrar a la habitación nuevamente, pero Lauren le propinó una fuerte patada en el estómago, dejándolo sin aliento. Luego, lo tomó de la camisa y lo arrastró por el pasillo hasta acercarse a las escaleras, pero el rubio la agarró del brazo, derribándola, logrando quedar encima de ella.

—¿Vas a golpearme? ¿A una mujer? —preguntó la pelinegra casi sin voz y Felix se detuvo de inmediato, dudando de sus propias acciones.

Lauren, al verlo tan desconcertado, sonrió con satisfacción y le clavó una patada en el pecho, lanzándolo por las escaleras hacia la sala del primer piso.