Capítulo 15

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Con el corazón palpitante, Hyunjin se acercó con paso lento a una cama bañada por los intensos rayos del sol. Al llegar, contempló a la persona que dormía plácidamente, esforzándose por identificar su rostro, pero su lucha fue en vano. Cada vez que intentaba ver la cara de aquel pálido hombre, todo se volvía borroso.

—¿Te ha gustado lo que toqué para ti?

Su voz sonaba quebrada.

—Por favor, no hagas esto...

Acercándose aún más, con el miedo palpable, Hyunjin apoyó su oreja en el pecho del pelinegro que dormía, y cerró los ojos.

—No... No, amor, no... Te lo ruego...

—¡No! —un grito de dolor rasgó su garganta y, al retorcerse inquieto en la cama, el rubio comenzó a llorar desconsoladamente.

—¡Hyunjin! —exclamó Minho, zarandeando su cuerpo.

—No puedes dejarme... —susurró el rubio entre lágrimas, pero no lograba despertar—. Te lo ruego...

—¡Hyunjin, despierta! —Minho movió su cuerpo con más brusquedad y Hyunjin despertó de inmediato, tomando con fuerza los hombros del contrario, mientras luchaba por recuperar el aliento.

—Minho... —su voz volvió a quebrarse.

—Sí, ¿estás bien? —el castaño empezó a secar las lágrimas que no dejaban de caer de sus ojos. Su rostro estaba empapado.

—Sí. —afirmó, apoyándose en el espaldar de la cama— ¿Por qué estoy llorando?

Minho observó el triste semblante de su amigo y negó con la cabeza.

—Eso quisiera saber.

Hyunjin pasó las manos por su cara con rudeza y calmó su agitada respiración.

—¿Pasó algo? —preguntó, tratando de evadir el tema de su extraño llanto y aquella pesadilla.

—Necesitamos hablar de muchos asuntos —respondió Minho, evaluando la desorientada expresión del rubio—. Lo de Amber, Hiroshi y tu hermano.

—Voy a matarlo. —increpó Hyunjin al recordar lo sucedido el día anterior.

—Llamaré a Amelia para que te cambie las vendas primero y no, no matarás a nadie.

—Jeongin me traicionó.

—No lo hizo —agregó Minho, levantándose de la cama—. Protegió a Amber.

—¿Tú lo harías? —interrumpió el rubio, esta vez con una expresión dura— Si Jisung llegara a traicionarme, ¿lo protegerías?

El castaño frunció el ceño y guardó silencio por unos escasos segundos.

—¿Jisung? ¿Por qué lo pones como ejemplo?

—Por favor... —resopló Hyunjin, recogiendo su cabello en una coleta baja—. No intentes engañarme, soy tu mejor amigo y te conozco desde hace años.

Minho bajó la mirada y asintió, sin siquiera ser capaz de responder. Girando sobre sus talones, caminó hasta la puerta con intenciones de escapar de aquel incómodo interrogatorio.

—Llamaré a Amelia —dijo abriendo la puerta y le dedicó una seria mirada a su amigo—. Y en cuanto a tu pregunta... —suspiró—. Protegería a Jisung, pero me quedaría a tu lado, justo como hizo Jeongin —contestó con firmeza y salió de la habitación, dejando a Hyunjin completamente perplejo.

En el corto trayecto hasta la habitación de Amelia, Minho dio pequeños toques a su puerta y la rubia salió en cuestión de segundos, con unas pronunciadas ojeras.

Eterna melodía | Hyunlix | 2do Libro De NUM |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora