LA PASIÓN DE ASGARD (LOKI)

Capitulo 4... Conociendo Mi Pasado

Han pasado dos días desde que llegué a este lugar y enserio lo amo, aunque quisiera que mi madre estuviera aquí conmigo.

Después del desayuno, el rey Odin mandó a llamarme, cuando llegue a la sala real el no estaba en su trono, si no que estaba dándole de comer a sus alcones, que estos parecían diferentes a los de la tierra...

—¿Quería verme señor? -Pregunté temerosa mientras el le daba de comer a uno de esos hermosos pájaros.

Con un movimiento lento, por su avanzada edad, giro a verme...

—Así es hija, ven, vamos a dar un paseo— Caminamos por los pasillos de afuera del castillo, mi mirada se perdida entre todas las cosas inusuales que había en ese lugar, como una simple pelota flotante que usaban los niños para jugar o los botes voladores. No podía docimular mi sonrisa, era enorme, y el rey lo noto y con una sonrisa y con sus manos en la espalda comenzó la conversación...

—Veo que te has acoplado bien a este lugar, y con mi hijo Thor haz hecho amistad y sus amigos— Lo mire y empecé a caminar al lado de él, poniéndole más atención.

—Este lugar es increíble, si tuviéramos esta tecnología en mi planeta, créame que seríamos más felices.

—He estudiado a los Midgadianos y creeme que son la raza más complicada del espacio, se matan entre ellos. Si tuvieran esta tecnología se que la usarían para el mal.

—Creo que en eso tiene razón señor, el ser humano es egoísta cuando se trata de nuestros propios intereses.

—Seguro te estarás preguntando porque te invite a mi hogar—Sentí como un hueco se hizo en mi estómago. Afirme con la cabeza— Bueno, no aceptamos mucha gente de otros mundo, pero tu padre fue un gran amigo mío. Me habló de ti, el último día que lo vi.

—Todo esto me suena tan extraño, nunca hablo de mi padre, porque mi madre nunca lo hizo.

—Tendrá sus razones, se sintió abandonada después de su muerte, pero hizo una buena mujer de ti. — El rey me acarició mi cara— Hija, por tu sangre, corre sangre asgardiana, así que si tu quieres puedes quedarte aquí.

Esa propuesta me cayó como balde de agua fría, era un sueño, no podía gesticular palabra alguna, y mis ojos se abrieron como platos.

—Se que te sorprende mucho esta proposición, pero tu padre no dejó herederos aquí, y amazo una gran fortuna, y por ser mi gran amigo, se que le gustaría que la tuvieras.

Las sorpresas seguían llegando con emociones nunca antes sentidas por mi corazón, y una sonrisa leve se apareció en mi rostro, no lo podía creer, pero rápido se borro, cuando agache la cabeza y junte mis manos para agarrarme los dedos por una preocupación...

—¿Dije algo malo? -Preguntó el rey viendome la cara de angustia.

—En verdad me encantaría pero creo que rechazare su oferta, señor. -Lo dije en tono de tristeza.

—¿Y se puede saber el porqué de esa respuesta?

—Es mi madre, señor.

—Ese no es ningún problema puede venir ella también. La invitación era para las dos.

—Ella no quiere venir, le insistí pero creo que aún le duele mi padre. —Conteste con los ojos llenos de lágrimas.

—Una tarde, después de la batalla que hubo en Midgart, llegó muy sonriente a mi, diciéndome "—Odin, he conocido a la mujer de mis sueños-". Abrazándome. Su mirada se veía luminosa, a pesar de que con los años y las batallas se iba perdiendo eso. —Llegamos a una banca de concreto que estaba frente a un jardín, de árboles llenos de flores blancas, y el pasto verde, el rey con dificultad fue sentándose y yo lo ayude, un quejido salió de su boca, mostrando que estaba cómodo, tomó tu bastón y puso sus manos encima de él, viendo a la nada— De vez en cuando pedía ir a la tierra, a ver a tu madre. Se le veía feliz. Una vez llegó a mi, y se incoó ante él trono y con mano en el pecho, me miró triste, me levante hacia el y puse mi mano en su hombro "-¿Qué pasa Bjorn? -" Me miró con pena, diciéndome "-Quiero dejar esto, quiero vivir lo que tenga que vivir con ella-" No te voy a negar que eso fue fuerte para mi, perdería a mi mejor amigo "-Y que pasara cuando ella muera, recuerda que los años en Midgart son diferentes a Asgard-" Se puso de pie y con una voz firme me contestó "-Es por eso que renunció a esta vida de dioses, y se que tú puedes ayudarme porque lo haz hecho antes-" Eso me sorprendió, dejar su vida aquí para convertirse en mortal "-Voy a ser padre, Odin-" Una sonrisa salió de mi boca y lo abrace. Una alegría se veía en sus ojos. "-Hermano, felicidades y ¿Porque mejor no la traes aquí?-" Su sonrisa pasó a ser una mirada seria otra vez "-Es porque no quiero morir algún día en una de estas batallas y no ver crecer a mi hijo-" En ese momento entendí el amor tan grande que sentía por tu madre y por ti, aunque no sabía que ibas a ser— Se me estaba haciendo un nudo en la garganta, conforme el avanza a la fecha de su muerte- Llegó ese maltido día, una batalla en el planeta Jotumhein, una revelion de algunos gigantes de hielo, nos llegó el comunicado y nos preparábamos con nuestras Armaduras, mientras tu padre se ponía las muñe queras me dijo "—Esta será mi última batalla hermano, habrá sido un honor, pelear a tu lado, en tantas batallas-" sonreí diciéndole "-Igual para mí, gracias por ser mi amigo, al regreso, te quitaré la inmortalidad para que puedas envejecer junto a la mujer que amas-" nuestros antebrazos se cruzaron, dándonos un fuerte apretón de manos. Llegamos a Jotunheim, todo era un caos, varios gigantes corrían de aquellos que se habían vuelto locos. "-El que salga herido, pagará las cervezas-" Era un juego que teníamos el y yo, quien matara más hombres, pagaría las cervezas. Estábamos venciendo, los dos miramos que ya casi no había enemigos de pie. Alzó su espada y su escudo por encima de su cabeza, junto con una sonrisa, por la victoria que estábamos teniendo. Voltee a mirarlo, y de pronto esa sonrisa se apago, sus ojos reflejaron dolor, y se dejó caer de rodillas, una lanza había atravesado su espalda, mate al que le había hecho eso y corrí a verlo y le quite la lanza, agonizante entre mis brazos, pude ver que estaba muriendo. "-Fue un honor ser tu compañero de batalla hermano-" Con voz agonizante "-Por favor protege a mi hijo y a mi esposa-" Fueron sus últimas palabras. -