𝟬𝟮 | Rojo, azul y ...

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Martes 31/01

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Martes 31/01


Nadia's Version

La temporada del invierno tónico, monótono e interminable finalizaba con el inicio de aquellos bronces.

Y eso significaba: Otoño.

Las calles de Barcelona-la ciudad Condal- se reanudaban atestadas de un aire gélido, reconfortante e invariable.

Mi afecto por esta ciudad tan turística me regocijaba. Tal vez porque me fascinaba ir a festivales, eventos, galerías, muestras y tiendas.

No obstante, había un detalle esencial: el catalán y yo éramos inconciliables, aparte del dialecto por ser donairoso.

Pero no era un impedimento para los argentinos que se instalaban, aunque los alquileres, a pesar de que era todo un asunto. 

En fin, mi hábito diario constaba de tres misceláneas de disposición.

Uno: Estudiar y tratar de dormir el tiempo posible.

Dos: Distribuir mis tiempos lacónicos para evocarme en mí y no sulfulturarme de los apuntes.

Tres: Estudiar, estudiar y estudiar.

¿Ya dije estudiar no?

Olvidé también...

Estudiar.

Así de abreviada residía en un departamento con dos compañeras de piso que les hacía falta una integrante más cuando llegué y toqué la puerta de su habitación aquella tarde donde las conocí. Lidia y Eden, dos catalanas de ensueño.

La ubicación céntrica donde yacíamos se acercaba a tres pasos a la parada de autobús. Aparté con prisa una taza de café antes de tomar la línea tres Trinitat Nova a las nueve hacia la parada.

A decir verdad, desde que tenía memoria, me estaba perfeccionando para una ilusión: Administración y dirección del Fútbol.

Estaba sobresaliendo, lo que era un montón para implicarme. Pero, ya había llegado hasta ahí. Había tardado mi veleidad para abandonar aquello de lo que creí que estaba hecha. Para lo que debía ser, y si habría algo interponiéndose, me repondría. Ante cualquier duda esto es lo que quería.

Esperaba reposando mis manos en los bolsillos del jersey negro al sentarme cavilosa en la reposera del balcón procesando todo con un anotador, mi agenda y auriculares.

—¿Nadia, si recuerdas que es solo una presentación no?— entonó dulcemente Lidia.

—Si—reí con inquietud. —Pero van a estar los directores del departamento de comunicación, y...

—Todo se irá dando guapa—me dedicó una mirada entusiasta al abrazarme.

—Luego nos cuentas cómo te ha ido. Te vemos en la noche—se giró despidiéndose.

𝐋𝐎𝐕𝐈𝐍𝐆 𝐇𝐈𝐌 𝐖𝐀𝐒 𝐑𝐄𝐃 | 𝑃𝑎𝑏𝑙𝑜 𝐺𝑎𝑣𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora