Desde que el fútbol para 𝗣𝗮𝗯𝗹𝗼 𝗚𝗮𝘃𝗶 se convirtió en una constelación de posibilidades, su vida se convirtió en un espectáculo cautivador para los insaciables ojos de la prensa; y los amateurs embelesados, con la intención de conocerlo más...
¿Salida no planeada, baile bajo luces neón y palabras que podrían dar un vuelco a todo...?
Unas horas antes...
Viernes, aproximadamente, once de la noche. Con Nina, Aitana y el kilo de helado veíamos la muestra del show que nos presentaban Lidia y Edén tras no ponerse de acuerdo para elegir la película que veríamos.
—Te digo que una de Adam Sandler —Edén robó el control.
—Que no, que vamos a poner la más romántica y empalagosa hasta estar hechas un mar de lágrimas— dramatizó Lidia.
—¿Y nosotras qué? ¿Podemos votar?— se metió en la discusión Aitana, poniéndose de pie entre las dos.
Nina me mostraba la publicación en Instagram del FC Barcelona anticipando el partido del domingo. El equipo azul escarlata se enfrentaría al submarino amarillo: Villareal. Si así es, veríamos a ojitos oceánicos Foyth-jugador de la selección Argentina-en la transmisión en vivo jugando para su equipo en el Estadio de la Cerámica.
