Desde que el fútbol para 𝗣𝗮𝗯𝗹𝗼 𝗚𝗮𝘃𝗶 se convirtió en una constelación de posibilidades, su vida se convirtió en un espectáculo cautivador para los insaciables ojos de la prensa; y los amateurs embelesados, con la intención de conocerlo más...
Creo que sentí tanto que algo no encajaba entre él y yo. Es desgastante y caótico pensar que esa versión de nosotros era difusa. Pero no tan fuera de la realidad como el sueño- un tanto ofuscado-que tuve. De hecho, habría sido inferior a lo complicado, sino lo hubiera tenido con el chico castaño cuya distancia, de repente ya no estaba en absoluto.