Relato Nicolás Otamendi y Leandro Paredes con Martina Scaloni, la hija del DT.
(1 parte)Hoy empezaba mis prácticas en cuerpo técnico de la selección argentina. Estoy a unas materias de recibirme como Directora Técnica con tan solo 22 años , siguiendo los pasos de mi padre. Luego de insistir e insistir, y sugerir que sería una excelente idea, mi padre accedió a que acompañe a su equipo para preparar una tanda de amistosos luego del mundial.
Los amistosos tenían lugar en Argentina por lo que el cuerpo técnico tenía pactado, como siempre, llegar una semana antes al predio para tener más o menos todo preparado para cuando tengan a los jugadores disponibles y probar todo lo que sea posible.
La semana se pasa entre reuniones en las que estoy presente, aprendiendo y tomando notas mentales, más observando que aportando. Estudiamos a los rivales y planteamos posibles formas de juegos que se adecuan tanto a los adversarios como a nuestros jugadores.
La noche posterior al primer entrenamiento con todos los jugadores, cenamos todos juntos, tanto el cuerpo tecnico como los utileros y los jugadores.
Al principio estaba un poco tímida de participar en las conversaciones y las anécdotas pero a medida que fue transcurriendo la velada fui entrando en confianza, y para qué mentir, un poco de alcohol ayudó también.Ya era tarde cuando los últimos nos levantamos para dirigirnos a su habitación. La mía quedaba al lado de la que compartían Otamendi y Paredes. A pesar de que recién me integraba a trabajar con el grupo ya los conocía y tenía una excelente relación, no éramos amigos íntimos pero cada vez que nos veíamos la pasabamos bien y nos cagabamos de risa los tres juntos.
- Que bueno que puedas trabajar con nosotros, pendeja - me dice Nico a modo de felicitación.
- Si, Marti. Debe ser una primera experiencia increíble. Igual, es costumbre de los Scaloni arrancar la carrera a lo grande - comenta Lea guiñandome el ojo.
- Parece que sí, gracias chicos - les contesto cuando llegamos a nuestras habitaciones y abro la puerta de la mía. - Bueno, yo me voy a dormir que estoy cansada - los saludos con un beso en la mejilla a cada uno y me adentro en mi pieza.
Luego de ponerme mi pijama y hacer mi rutina de skincare, me acuesto con el objetivo de conciliar el sueño y cuando creo que lo estoy logrando empiezo a escuchar ruidos, gritos de la habitación de al lado.
Golpeo la pared para que bajen un poco el volumen de lo que sea que sea ese ruido, y me doy media vuelta en la cama para seguir durmiendo, aunque no pude.Me levanté de la cama, enfurecida. Estaba muy cansada.
Salgo de la habitación con la intención de putear a ambos jugadores que tenía como vecinos.Golpeo la puerta con mucha fuerza y furia contenida. - Abran porque tiro la puerta abajo.
Escucho como bajan el volumen de la televisión. Es Leandro el que abre la puerta. - ¿Se puede saber por qué estás tan enojada? - pregunta sarcásticamente.
- Mmmm... que pregunta más complicada. Pienso. ¿No será porque sus gritos y los ruidos de la play no me dejan dormir? - le respondo en el mismo tono.
De repente Otamendi aparece. - ¿Y este minion furioso? ¿Qué te pasa, amor? - dice haciéndose el gracioso aunque algo me recorre por toda la espina dorsal cuando me llama de esa manera.
Lo miro extrañada. - ¿Amor?
- Si, me pinto esa - contesta Ota con un tinte de gracia sabiendo lo que ocasionó en mi.
- Bueno, nada. Vine a pedirles muy amablemente que dejen de gritar y que bajen el volumen de la maldita televisión. No me dejan dormir - les digo con los brazos cruzados y uno de los pies golpeando el piso.
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Relatos Selección Argentina +18
FanfictionEsta historia contará con relatos cortos eróticos que tendrán como protagonistas a los integrantes de la selección argentina.