Nicolas Otamendi y Leandro Paredes II

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Relato Nicolás Otamendi y Leandro Paredes con Martina Scaloni, la hija del DT.
(2 parte)

Nicolas tiene en su mano una tira de condones, la apoya en la cama y se me acerca al oído y me dice ronco, con la voz llena de excitación - ¿Preparada para tener muchos orgasmos, princesa?

Asiento embobada con la imagen que me regalan.
Lean ataca mi boca para luego dar besos húmedos en mi cuello que me hacen estremecerse. Y Nico me abre las piernas para empezar a dar besos suaves en mis piernas hasta llegar muy cerca de mi intimidad.

Da una lamida a lo largo de mi monte de venus y de mi boca sale un jadeo - Nico... así - y le agarro de la cabeza para que intensifique sus caricias.

El levanta la vista y me sonríe - Como vos digas, princesa - y comienza a hacer círculos con su lengua sobre mi sensible clítoris. Y yo me deshago en jadeos.

Por su lado, Lean pasó de besar mi cuello con efusividad para darle atención a mis tetas. Lleva su boca a una de ellas y se la mete lo mas que puede en la boca, y con su mano me aprieta el pezón de la que dejó libre; haciendo qué, junto a la magnífica atención que Nicolas le estaba dando a mi intimidad, sienta un placer incontrolable dentro de mí.

Con una mano en la cabeza de Nico y moviendo mi cintura en círculos para complementar los movimientos de la lengua de dicho hombre, siento que estoy por llegar a mi primer orgasmo de la noche - Ayy... chicos.. me estoy por venir - digo entre jadeos con la respiración alterada.

Y de repente, ambos frenan y se separan un poco de mi cuerpo.

- ¿Qué mierda? - los miro, frustrada. Y antes de que diga cualquier ote cosa, la mano de Nico empieza a realizar movimientos circulares sobre mi clítoris con su mano, mientras Lean toma lugar entre mis piernas para devorar mi intimidad.

Como si no hubiesen parado nunca, siento el orgasmo ahí. Gimo y agarro las sábanas tratando de controlarme pero es imposible.

Cuando ven que me estoy por venir aceleran sus movimientos.

Nico se me acerca a mi rostro, me besa tragándose todas mis gemidos y jadeos inentendibles. - Princesa, es ahora. Acaba para nosotros.

Y con esas palabras delicadas contrastando con lo que estaban haciendo entre mis piernas, me corro. Fue fuerte, a tal punto que dejaron mis piernas temblando.

Lo veo a Lea sosteniendo mis piernas, haciéndome caricias para que se relajen y al mismo tiempo degusta la excitación de mi orgasmo en su boca mirándome directamente a los ojos. Esa acción hace que mi cuerpo sufra un leve temblor.

Ambos se recuestan a mi lado, quedando yo en el medio.

- ¿Cómo estás, linda? - pregunta Paredes corriendome el pelo de la cara.

Antes de contestarle, los miro a los dos y les sonrío. - En mi mejor momento. Lista para seguir - les guiño el ojo.

Me incorporo y me subo encima de Nicolas que todavía no había dicho nada. Lo miro y le digo - ¿qué pasa qué estás tan callado? - le dejo varios picos en su cara.

Él me agarra del culo posicionándome sobre su creciente erección, y me empieza a manosear y agarrar todo el orto. - Lo que pasa es que me encantas y necesito estar dentro tuyo, amor.

- ¿Qué están esperando? - lo miro a Leandro también. - Quiero tenerlos a los dos dentro mío- hago una pausa para frotarme con la pija de Otamendi y jadeo - al mismo tiempo. Los quiero adentro al mismo tiempo, uno por atrás y otro por delante - me sonríen desbordando morbo y lujuria por mi pedido.

Nicolas me agarra de la cintura y comienza a moverme de atrás hacia adelante sobre él, rozando mi clítoris contra su pene haciendo que me deshaga en gemidos.

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