El canto de los grillos adormecía a los habitantes de aquella residencia en Kansas.
Haciendo una pijamada eran los cuatro jóvenes más curiosos que la sociedad podía desear, sus edades no pasaban de catorce años, tenían sueño, era su primera vez que estaban despiertos durante tantas horas, y para matar el tiempo tenían que encontrar algo que los entretuviera lo más rápido posible.
Encerrados en el cuarto de mía, dos chicas: mía y Alison, dos chicos: Carlos y Denver, todos estaban dentro de sus sacos de dormir, hablando sobre algún tema de una película de adolescentes, pero el sueño seguía dominando a cada uno de los integrantes.
Una habitación un poco desordenada, con paredes altas y un techo inclinado hacia arriba.
La alta ventana permitía el paso de la luz lunar, manteniendo una extraña sensación de misterio y miedo total.
— ¿Qué hacemos?—preguntó Alison mirando el alto techo
Un silencio largo de tres segundos los invade, cuando Denver se le ocurre una idea un poco escalofriante.
— ¿Qué les parece si jugamos algo?—preguntó el niño girando en su saco de dormir para mirar a los demás y no al techo como estaba antes.
— ¿Qué juego?—Alison pregunta un tanto asustada por la idea de Denver aun mirando el techo boca arriba
—Charlie, Charlie—Denver susurra muy lentamente y además añade una sonrisa perversa a ese momento
— ¿Charlie, Charlie?, ¿el juego maldito?—Alison gira bruscamente hacia donde estaban los demás para responder con miedo, con mucho miedo
—vamos chicos, esas son tonterías, ni el juego está maldito ni es entretenido—Carlos aun se mantenía boca arriba mientras que mía se enderezaba cada vez más para poder ver a los demás que estaban en rueda.
—Bueno, entonces no perdemos nada con intentarlo—Denver se sienta sobre su saco de dormir y abraza sus piernas con sus manos.
— ¿chicos de que hablan?, no sé que es ese juego de... Charlie, Charlie...—mía estaba confundida, no sabía, no conocía el juego
—Charlie, Charlie es un juego extraño mía, en un papel escribes en cruz las palabras si y no, luego colocas dos lápices en cruz, uno encima de otro, comienzas a hacer preguntas y se supone que un espíritu o lo que sea te responde sí o no—responde Carlos con expresión de fastidio y poca creencia a lo que estaban hablando
— ¿Por qué no le cuentas del final del juego?—Alison reclama a Carlos sentándose en su saco de dormir
Carlos suspira, se sienta también y entonces responde a la pregunta de Alison
—el final del juego, claro, para terminar el juego tienes que preguntarle al espíritu si ya puedes terminar, si te dice que no debes seguir jugando, o morirás—bufó Carlos sentado
—Suena interesante—se limita a responder mía mientras se sentaba de rodillas en el suelo.
— ¡entonces! ¿Qué dicen?—Denver comienza a mirar a cada uno de los espectadores
—por mí no hay problema, en si no le tengo miedo a eso—Carlos levanta las manos mientras veía a Denver
— ¡Vamos a intentarlo!, me muero de curiosidad—mía se levanta sobresaltada del suelo para dirigirse a donde estaba Denver
— ¿enserio?, ¿enserio le van a hacer caso a este loco?—Alison señala a Denver
—Si no quieres venir no vengas, no tenemos por qué extrañarte—reclama Carlos fríamente
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Infernal [volumen 1: la creación]©
خارق للطبيعةLos arrastraba su vida en todo sentido, que ellos eran los únicos que sabían lo que se ocultaba en las sombras, pero saber que ese mismo ser oscuro y despreciado podía desencadenar una catástrofe ya era suficiente peso para sus hombros. La guerra ha...