Desahogo

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Aquí, ahogada en un mar de lágrimas escribo por desahogo, porque necesito unos instantes ese aire que tanto extraño.

Siento que la presión llega a tal nivel que mi cuerpo no puede respirar, que se me agota la respiración.

Siento el mundo sobre mi, me pesa, se me carga la espalda de piedras que no soy capaz de arrojar al vacío, y eso hace que mi cuerpo se paralice ante tanto daño y desprecios hacia mí.

Me duele, me duele tanto el alma que ya no sé expresar mis sentimientos, me duele tanto que ya no abro la boca para decir ni una mísera palabra.

Me han destrozado, y no los culpo porque parte me lo he buscado yo misma dejándome. Me adapté a la tranquilidad de dejar que todos hablarán de mi, haciéndome como si me diera igual cuando en realidad cada vez que alguien lo hacía era como si me clavaran en el pecho un puñal.

Aquí sigo y seguiré con la máscara en la cara, haciéndome la dura mientras oigo los comentarios, pero con el dolor en lo más profundo de mi pecho de saber que no tengo un punto de apoyo que encontrar por más que lo he buscado, y eso es lo que más me duele, me escuece como si fuera una herida que rocían con alcohol, me arde. Hace tiempo que se me acabaron las fuerzas para luchar, o más bien me planteo si mi corazón todavía siente, pero creo que tengo clara la respuesta aunque sea una cobarde y no la quiera oír porque solo sé fingir.

Sentimientos únicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora