I'll protect you - 5×8

crybaby

"El amor es eso: cuando alguien, aún conociendo tus cicatrices, se queda para besarlas"

-Benjamin Griss

...

Número 5 estaba pasando por el pasillo hacia su habitación cuando escuchó ruidos ahogados provenientes de la de número 8, extrañado tocó la puerta ya que esta estaba cerrada.
Nadie respondió.

Tocó de nuevo...

Y nada

Alarmado se teletransportó adentro y ahí la vió.
Tenía la cara escondida y sus manos envolvían sus rodillas, estaba en la esquina de su cama pareciendo más pequeña de lo que era en esa posición.

- ¿Linda?-

-n-no tengo ganas de p-platicar- la voz de Ocho sonaba quebrada, claramente estaba llorando, eso lo preocupó aún más

- Bien, ¿qué pasó?-

-n-no es importante, ¿p-puedes venir más t-tarde?- habló en un intento de calmarse, no quería que la viera en ese estado, tan débil, tan inútil...

-no, dime-

- C-cinco, por favor...- el mencionado se mostró confundido, nunca lo llamaba así, siempre era "Five" o algún apodo extraño y creativo.

Ella solo estaba hundiéndose en medio de sus pensamientos, rehabriendo heridas en si misma sin saber la razón.

Se fue acercando, se detuvo un poco al llegar mas cerca de ella y con cuidado se sentó en la orilla de su cama.

- puedes confiar en mi y decirme-
comenzó con un intento de voz suave
-o podemos quedarnos en silencio si así lo deseas. Pero no te voy a dejar aquí sola, ¿recuerdas? Prometí no hacerlo nunca más-

Ocho ya no podía contener más lágrimas, nadie le habia prestado tal atencion como para sentirse amada, crecer en la casa Hargreeves no le hizo tener la mejor infancia.

Por su parte número 5 tenía esa necesidad de intentar repararla, pasó 5 años luchando para volver, no iba a dejar que fuera en vano.
Viéndola así tan vulnerable, que pareciera tan pequeña y linda, causaba algo extraño dentro de el, aunque fallaba al intentar darle un nombre, su corazón era demasiado para su cuerpo y ella demasiado para el mundo.

Ocho extendió un poco sus brazos con timidez; Cinco no lo pensó dos veces y la alzó con facilidad poniéndola en su regazo y abrazandola con fuerza como si estuviera intentando mantener sus piezas juntas.

Se hizo bastante notable la sorpresa de ella debido a la repentina acción, pero se sentía tan bien...
La actitud que tomó Cinco no le molestaba en lo absoluto.

Pasaron un momento en silencio, el chico comenzó a acariciar el cabello de Ocho hasta que ella habló con un hilo de voz.

- preferiría ser normal...-

-sabes como estamos ordenados, eres número 8, padre sabe que eres la más poderosa, la más especial-

-¡No! Lo único que tiene en cuenta es la estúpida habilidad soy solo su contenedor, uno inútil para colmo-

-estoy en desacuerdo-

- no soy suficiente para el-

- nadie lo es, solo pide lo imposible-

Número 5 sentía impotencia, no sabía como contestar a cada cosa.

-p-parezco una bebé llorona ¿no es cierto? Demasiado sensible-

-completamente-

-mmm-

-por eso voy a estar aquí para secar cada lágrima que derrames-depositó un beso en su cabeza y secó sus lagrimas en un intento de consuelo.

-¿no me dejarás por ser así? ¿por estar tan dañada?- hablo temiendo a la respuesta

- nunca se me pasó por la cabeza- dijo viendo como ella caía dormida después de unos segundos de silencio, seguro llorar drenaba energías, puso uno de sus mechones de cabello detrás de su oreja mientras admiraba sus facciones.

-mi bebé llorona-

Reaccionó a sus palabras en un instante, mierda, se dejó llevar por el momento, solo esperaba que ella no lo haya oído.