Número 8 estaba preparando su café matutino, esta vez le apetecía más uno mas elaborado, dejó un momento su taza para ir a buscar sus demás ingredientes ya que solo había servido el café negro, pensaba si le haría espuma mientras buscaba en el refrigerador leche cuando sintió unos brazos rodeando su cintura.
-Klaus, hablamos de esto. Es raro- dijo riendo cuando oyó un ruido de molestia, oh no, había condenado a número 4.Volteó lentamente pidiendo a los cielos que no fuera quien creía pero no sirvió de nada.
- ¿Klaus?- habló el 5 integrante de la familia mientras ella sonreía nerviosa y hacia una nota mental tenía que ser más atenta.
- Fiveee ¿que haces por aquí?-
El de ojos verdes rodó los ojos, se separó, y se acercó a tomar la taza de café que estaba en la mesa.
-¿recién hecho?- preguntó y sin esperar una respuesta se lo tomó todo.
La cara de indignación de su chica lo divirtió y soltó una risa burlona.
Ella frunció el seño, ¿porque con el café? ¡era de ella!- oh, ¿era tuyo linda?- habló como si la taza no tuviera grabado "Número 8" debajo del logo de la academia, como si el no se la hubiera regalado
-¿porque piensas eso Five?- dijo mordaz
-mmm, no lo se, tus lindos ojos me miran con odio-
Un leve sonrojo se hizo predente en la cara de Ocho y ella desvió la mirada, rayos, el sabía usar las palabras a su favor, eso no era justo.
Aun así siguió fingiendo molestia, puso la leche en la mesa y salió en busca de canela y azúcar, para su mala suerte no llegaba a la alacena, sintió más vergüenza pero no pidió ayuda, se suponía estaba enojada, se mantendría firme.
Intentó de diferentes formas llegar a abrirla pero fue en vano, no tuvo que voltear para saber la cara que tenía Cinco, lo conocía bastante bien, y la risita burlona se lo confirmaba.
Un minuto después el chico estaba al lado de ella haciendo más café fingiendo indiferencia pero con una sonrisa en los labios.
El también la conocía, sabía que no estaba enojada pero si era bastante orgullosa y se le hizo bastante tierno cada que intentaba llegar a la alacena sin éxito pero sin pedir ayuda, así era su número 8.
Se puso detrás de ella y alzó su brazo abriendo la alacena con facilidad, el no tomaba su café con azúcar ni canela así que era más que obvio que lo hizo como una burla silenciosa, ella lo miró igual que cuando se tomó su café y luego fingió ignorarlo mientras el bajaba la canela y el azúcar sin decir una palabra, para luego cerrar la alacena servir dos tazas de café recién hecho, (uno en la de número 8) darle un beso en el cuello con la mano en la cintura de la chica e irse como si nada con su taza de café dejándola con las emociones mezcladas entre sí.
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I'll protect you - 5×8
FanfictionPara las todas las número 8 que quieren una historia de libro, para las número 8 que necesitan un poco de amor para sanar, para las número 8 con daddy o family iusses que necesitan palabras bonitas o un "estoy orgulloso de ti" Para las número 8 quie...