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Los 8 hermanos estaban haciendo tarea en una habitación.

Su padre les había mandado a hacer ejercicios tanto como para mejorar sus capacidades mentales como para tener paciencia, o eso dijo cuando los encerró.

La buena noticia es que no tenían cámaras, cada quien podía hacer lo que quisiera en lo que transcurrían esas 5 largas horas.

....

Número 1 estaba en un armario con número 3... practicando incesto probablemente... o tal vez solo dándose unos cuantos besitos acaramelados, ambos eran tímidos para... eso

Número 4 estaba quejándose de su vida amorosa con los demás, aunque no le hacían caso alguno. Número 6 y 7 sí hacían lo encomendado por su padre, mientras que 5 y 8... quienes ya habían terminado... estaban... haciendo cosas de novios. Aunque sus personalidades les impedían ser como la pareja antes mencionada.

Cinco, con su habitual cara amargada estaba sentado en un sillón de una sola pieza, daría miedo si no tuviera a la dulce Ocho tomada de la cintura y sentada en su regazo intentando ponerle una calcomanía con casi nada de pegamento en el rostro.

-Ocho suelta eso, me estás fastidiando- comenzó a hablar

-pero si pega-

-no, no va a pegar, quédate quieta-

Con el ceño fruncido la chica hizo caso nulo y siguió intentando pegarle la calcomanía hasta que sintió una mano grande y fuerte apretando su muslo
-quieta- habló su novio en un susurro con tono de advertencia.

Sintiendo un escalofrío solo se acostó en el pecho de Cinco para recibir caricias en el cabello -buena chica- contestó el

Desde cuando tenía ese nivel de control sobre ella, se rehusaba a perder su libertad, se revolvió para intentar bajarse pero solo recibió un pellizco en los muslos por encima de sus medias.
Hizo un ligero ruido pero no pasó desapercibido por el de ojos verdes, que la miró con una pequeña sonrisa burlona y un ruido de desaprobación

- corazón, te he repetido muchas veces que te quedes callada... ¿sabes lo que pasa cuando no obedeces?- susurró mordiendo el lóbulo de la oreja de la octava.

-l-lo siento-

-oh, amor... eso hubiera sido suficiente si te hubieras calmado a mi primera advertencia, no hiciste eso, ¿o si?-

Tomo el rostro de su novia por la barbilla y plantó un suave beso en sus labios -contesta, ¿te comió la lengua el gato?-

-e-eh... yo...- ella tenía las mejillas coloradas y estaba tan nerviosa que no podía formar una oración coherente, Cinco rió comenzando a besar su cuello  dejando marcas visibles.

-¿qué pasa cuando desobedeces órdenes?-

-c-castigo- completó intentando no hacer ruido por la sensación de los chupetones

-correcto... en ese cas-

-DEJEN DE COMERSE FRENTE A LOS DEMAS POR FAVOR- Interrumpió Diego celoso de la pareja

Ambos resoplaron con enojo

-¿Hola? ¿Alguien me escucha?- dijo a su vez Klaus a quien habían dejado por completo de lado.

-s-si Klaus te escuchamos ¿q-qué decías?-

Volteó Ocho a ver a su hermano aún en las piernas de Cinco mientras hablaba.

-Ah, pues entonces le dije, no puedes venir a fiestas sin dinero esperando a que todos te paguen alguna bebida... -

El de ojos verdes aún enojado dio otro apretón en el muslo de su novia, poco después abrieron las puertas de la habitación para entregar las tareas que les había dejado su padre.

I'll protect you - 5×8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora