Pasado y presentes

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Esta es la historia de un hada desdichada

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Esta es la historia de un hada desdichada

Una cierta elfa de la familia de la diosa de la justicia había sacrificado a sus amigas para que ella pudiera vivir.

Esa era la verdadera esencia de la oscuridad que aún habitaba en lo profundo del corazón de Ryu Lion

Después del incidente, fue atormentada constantemente por la pérdida y la culpa.

No regresó junto a su diosa , sino que sanó sus heridas en la superficie y luego regresó al Calabozo lo más rápido posible.

Los cuerpos de sus amigas ya no permanecían en la habitación donde se había desarrollado la tragedia.

En cambio, encontró signos de que habían sido devorados por monstruos.

Sus armas empapadas de sangre clavadas en el suelo le contaron todo.

De nuevo, Ryuu Lion aulló y lloró.

Temblando como un bebé, luchando desesperadamente contra el trauma que había sido grabado profundamente
en ella, buscó al responsable .

Quería matar al monstruo que había asesinado a sus amigas, pero en realidad
también era un acto suicida.

Tenía que poner fin a las cosas tanto para reclamar venganza por sus amigas
como para juzgarse a sí misma.

Pero al final, no pudo cumplir su deseo.
En lo profundo del Calabozo, encontró una montaña de ceniza azul violáceo que pensó que debían ser los restos
del monstruo conocido como Juggernaut, como si alguien lo hubiera aplastado para pulverizar su Piedra Mágica.

Una vez más, perdió toda esperanza.
Su Magia no había matado al monstruo. Algo sin conexión con ella había ocurrido.

Ahora no había nada en lo que su terror y sus furiosas emociones y esperanzas pudieran establecerse.

Negando incluso la oportunidad de encontrar una solución, Ryuu sujeto su cabeza con ambas manos y cayó al suelo.

Era una Elfa rota, su espíritu y
su cuerpo estaban divididos por mil grietas.

Después, Ryuu trajo de vuelta los recuerdos que sus amigas habían dejado en los Pisos Inferiores. Hizo una
tumba para ellas en el 18° Piso, un lugar que habían amado.

Parecía que sus lágrimas nunca se secarían. Una vez habían bromeado diciendo que, si morían, les gustaría ser enterradas ahí en el paraíso del Calabozo.

Con sus compañeras habiéndose ido, y su corazón hundido en las profundidades de la decepción y la desesperación, se paró frente a las armas que había clavado en el suelo como lápidas y se cuestionó a sí misma.

Era la única que quedaba viva.

¿Qué debería hacer?

Si tan solo pudiera desaparecer.
Quería dar la bienvenida a la muerte y desaparecer de este mundo.

Un poco de experiencia cambia todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora