Siempre tú

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Hola buenos días, buenas tardes, buenas noches, me eh quedado sin ideas por eso eh tardado un poco más en subirlo, como recompensa intente que fuera un poco más largo así que espero lo disfruten...

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-Pero ¿Qué esta pasando aquí?, no dijiste que ¿no querías separarnos?- Florence estaba encima de Hailee besándola, y lo peor de todo es que ella ni se inmutaba, Hailee lo disfrutaba y me sonreía-

-Claro que lo hice y era la idea, pero culpa mía no es que tu novia me haya buscado de nueva cuenta- volvió a besarla-

- ¿y tú Hailee? ¿Qué pasa con lo nuestro? No puedes venir y echarlo todo por la borda por favor-estaba llorando, no podía ni contener las lágrimas, quería gritar y salir de ahí pero no me podía mover-

-Tú fuiste quien echo todo abajo al desconfiar de mí, pero no puedo seguir engañándome de que ella-señalo a Florence- besa mejor que tú y creo que el sexo también lo es-sonrió burlonamente-

-No, no puedes hacerme esto, tu me amas y lo sabes por favor-seguía llorando, termine en el suelo, no podía ni respirar y ellas solo se reían de mí-

-Acéptalo, tu novia, perdón, ex novia me prefiere a mí-sonreía Florence y volvió a besarla-

Mi alarma sonó, nunca había estado tan agradecida por ello, no solo había sido la peor pesadilla que jamás eh tenido, se sintió tan real que el dolor fue bastante grande al punto de llorar de verdad, sentí los ojos arenosos y solo quería seguir durmiendo, no tenía ánimos para nada pero debía salir de cama como fuera y después de un baño nada energizante debo decir, me prepare el desayuno, una fruta, un café y un par de aspirinas, ni siquiera tenía hambre, pero tenía un dolor de cabeza peor que una resaca, ya no sabía si lo que me tenía mal era la situación en general o la tonta pesadilla, me sentía abrumada, busque fuerzas para poder ir a casa, no van ni siquiera veinticuatro horas desde que paso toda esta situación y no me sentía lista para la avalancha de sentimientos que se avecinaba, sobre todo no estaba lista para ver a Hailee, la amo y sé que debí confiar en ella desde un principio pero mis celos me ganaron y esos mismos son los que me han puesto en esta situación, ganas de salir corriendo y olvidarme de todo son las que me sobran ante todo esto pero no quiero olvidarme de ella, tal vez es muy masoquista de mi parte pero sigo creyendo que ella jamás me lastimaría y con los ojos cerrados iría tras de ella a donde sea que quiera ir.

Como pude llegue a casa, aparque el coche y apague el motor, pero seguía sin tener la fuerza suficiente para entrar a esa avalancha, se que apenas ponga un pie ahí dentro me voy a volver a romper, ella también lo hará y si por mi fuera le perdonaría todo lo que ella quisiera, pero mi orgullo seguro que haría todo lo contrario, si, había que luchar con dos versiones mías y si seguía sin moverme de aquí muy seguramente no arreglaría nada y daría media vuelta, así que suspire, salí del coche y fui hacia la entrada, metí la llave y lo primero que encontré fue una Hailee hecha un ovillo en el sillón, seguramente igual o peor de rota que yo y mis lagrimas no tardaron en brotar, cerré sigilosamente la puerta y me acerque a ella por detrás del sillón, acaricie su mejilla y hable siendo consciente de que ella no me escuchaba.

-Se que debí confiar en ti y no ocasionar toda esta situación, te amo, no quiero perderte, desearía poder huir de todo y de todos y empezar una vida nueva, fuera de la vida pública, ser solo tu y yo-bese su cabeza-descansa amor mío estaré aquí cuando despiertes-

Fui a preparar el desayuno y a conseguir un par de aspirinas porque si pasó la noche llorando seguro tendria un enorme dolor de cabeza como yo, puse todo en una bandeja y me acerque a la sala nuevamente para esperar a que se despertara y también me acerque otra taza de café solo para no dormirme; la conversación con Florence aun estaba muy fresca en mi mente, si decía o no la verdad era algo que mi cerebro no estaba entendiendo o más bien no quería entender y esperaba que la cafeína ahogara todos eso al menos por un momento.

AfterlifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora