⎯⎯ Seré solo tuyo si me dejas besarte ⎯⎯ Sus labios daban algunas caricias a los míos ⎯⎯ Todos se arrodillan ante mí por ser el príncipe heredero y próximo rey, pero yo me arrodillare ante ti si me permites probar tus labios, mi reino es tuyo sol...
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LA MAJESTUOSA AVE RESTREGÓ SU CABEZA CON LA MEJILLA DE LA MUJER QUE SOLO RIO ANTES DE EMPRENDER VUELO SIN DESTINO ALGUNO PARA ELLA, pero el ave si sabía a donde ir. La vio alejarse hasta perderla de vista y luego de aquello solo se giró sobre sus talones para entrar al palacio
Camino sin un rumbo especifico, pero como siempre sus pies y mente le llevaron a los aposentos de la emperatriz, a quién servía y respetaba, a unos pasos más allá la misma emperatriz también se acercaba con sus damas de compañía, al parecer Navier también había salido a dar un paseo
Anneliese se apresuró a abrir las puerta de su aposento siendo recibida por la sonrisa de gratitud y cariño de la rubia. Navier estaba por entrar cuando los pasos de una persona las hizo mirar a todas hacía la derecha donde el emperador se acercaba con una sonrisa
⎯⎯ Ah, Al fin regresa emperatriz ⎯⎯ Sus ojos se desviaron a la albina que se mantenía apacible ⎯⎯ Anneliese
⎯⎯ Majestad ⎯⎯ Una corta reverencia fue dirigida hacía él
⎯⎯ Me alivia encontrarla a ambas sin tener que buscarlas por lugares separados
⎯⎯ ¿Qué lo trae por aquí? ⎯⎯ Navier enderezo su espalda y enmarco una ceja curiosa de la aparición de su esposo
⎯⎯ ¿Hice algo mal, emperador?
⎯⎯ Nada de eso, Anneliese, es para otra cosa ⎯⎯ Miro fijamente a Navier, quién seguía a esperas de sus palabras ⎯⎯ Creo que Rashta necesitará una dama de compañía propia ⎯⎯ Sus grises volvieron hacía los rubíes ⎯⎯ Y Rashta pidió que una de ella seas tú, Anneliese
⎯⎯ ¿Qué?
⎯⎯ Lo que has oído Anneliese, y a mí me complacería que fuera así
⎯⎯ Emperador me disculpo por mi falta de tacto, pero yo solo sirvo a la realeza y mi deber esta con la emperatriz
⎯⎯ Por lo menos piénsalo, cuando se escoja a la otra dama me darás tu respuesta ⎯⎯ Sus ojos le suplicaban que aceptará, pero suspiro ante su terquedad así que volvió sus ojos a los ocre de su esposa ⎯⎯ No he encontrado una dama de compañía, pero no ha sido fácil hallar una noble dispuesta y ella quiere a Anneliese a su lado
Anneliese repudiaba la idea de si quiera servirle a esa mujer y estaba dispuesta a darle sus razones sin un pelo en la lengua cuando su mano fue sostenida por Navier
⎯⎯ Ella lo tendrá en mente emperador, pero no prometemos nada y sobre el otro asunto es evidente que se manejan con cautela por que usted no se ha sumado a la búsqueda
