𝗚𝗣│Mentón en alto, espalda recta, mirada altiva y máscara de hielo. Si no saben lo que sientes, nunca hallarán la manera de joderte.
⎯⎯ Seré solo tuyo si me dejas besarte ⎯⎯ sus labios daban algunas caricias a los míos ⎯⎯ Todos se arrodillan a...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
BOTÓN POR BOTÓN FUERON DESABROCHADOS HASTA TENER LA CAMISA ABIERTA Y A LA DISPOSICIÓN DEL RUBIO, QUE NO DUDÓ EN EXPLORAR CON SU BOCA CADA RINCÓN de su pecho con hambre y ansias. Anneliese llevó su mano hacia su boca para mantenerse en silencio, pero le era difícil al sentir como el rubio succionaba su piel con fuerza, marcándola como suya.
Los besos se volvían más húmedos entre más bajara por su cuerpo hasta llevar a su vientre bajo donde sus dientes mordieron a su antojo su tersa piel.
⎯⎯ ¿Puedo? ⎯⎯ Su mano jugaba con el botón de su pantalón, ansioso de poder quitarlo y seguir su recorrido.
Asintió con la cabeza, desesperada porque no detuviera sus caricias, pero avergonzada por sentirse húmeda por unos simples besos y aún así sabía que lo que estaba haciendo estaba mal; no eran marido y mujer para entregarse el uno al otro, pero ya era tarde, sus sentidos estaban de cabeza.
⎯⎯ Con palabra, Anneliese.
⎯⎯ Puedes hacer lo que quieras conmigo, Heinrey.
El rey sonrió satisfecho al saber que podía mancharla de todas las maneras posibles y ella seguiría allí para él. Intentando no parecer un desesperado, desabrocha ese molesto botón y quita su cinturón, dejando que el pantalón se resbale por sus piernas hasta caer al suelo.
No perdió el tiempo en arrodillarse para besar sus muslos y luego marcarlos; no permitiría que nadie volviera a tocar sin saber que ya era suya.
⎯⎯ T- Tienes mucha ropa aún y eso es injusto ⎯⎯ Jadeo cuando sintió sus besos cerca de su centro palpitante.
⎯⎯ Tienes toda la razón.
Se levantó y se metió entre sus piernas, tomó sus manos temblorosas por la anticipación y las llevó a su camisa.
⎯⎯ Desnúdame.
Sus rubíes buscaron a los amatistas que se encontraban opacos por el deseo de poder poseerla y algo dentro de ella se agitó. Con nerviosismo, desabotona su camisa hasta que la desesperación le gana y la arranca de su cuerpo, sacándole una sonrisa al rubio.
⎯⎯ Te falta el pantalón ⎯⎯ Se inclinó para dejar besos en su mandíbula mientras ella dejaba caer su cabeza hacia atrás para darle más libertad de marcarla ⎯⎯ Vamos, cerise.
Anneliese no solo era la capitana de su reino porque había ganado más de una guerra, era porque siempre mostró que era una líder nata y ella siempre tomaba el mando en toda situación.
Alejó al rubio de su cuello y lo sentó en la silla del escritorio detrás suyo. Con maestría que no sabía de dónde había salido, quitó su pantalón y su ropa interior, dejándolo desnudo ante ella. Se quitó la ropa que aún mantenía sobre su cuerpo y se sentó en su regazo donde el rubio no se perdió ningún movimiento.
