⎯⎯ Seré solo tuyo si me dejas besarte ⎯⎯ Sus labios daban algunas caricias a los míos ⎯⎯ Todos se arrodillan ante mí por ser el príncipe heredero y próximo rey, pero yo me arrodillare ante ti si me permites probar tus labios, mi reino es tuyo sol...
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CAMINO AL LADO DE LA EMPERATRIZ Y TODOS SE HICIERON A UN LADO PARA DEJARLAS PASAR, PERO, al mismo tiempo, los susurros empezaron a crecer.
⎯⎯ ¡Su majestad! ⎯⎯ Rashta se levantó de su silla al ver a la rubia acercarse y le sonrió emocionada ⎯⎯ Capitana Harrison
⎯⎯ Rashta ⎯⎯ Saludó con educación la emperatriz, pero no le regresó la sonrisa.
⎯⎯ Lady Rashta ⎯⎯ Murmuró entre dientes la albina. No podía simplemente insultarla frente a los ojos de los demás. No cuando en un par de meses sería reina de la nación vecina.
⎯⎯ ¡Me alegra verlas! Creí que no vendrían ya que el banquete empezó hace una hora.
Navier le hizo un gesto a la condesa Eliza que llevaba en manos el obsequio de la emperatriz. La mujer castaña le extendió el regalo bien envuelto a la amante del emperador.
⎯⎯ Este es el regalo de su majestad para el bebé.
Sovieshu solo miró receloso el regalo, pero no dijo nada ante la emoción de la pequeña rubia de cabellos cenizos. Rashta desató el lazo y miró con las mejillas rojas la linda espada llena de piedras preciosas que se encontraba entre sus manos.
⎯⎯ ¡Guau! ¡Vaya; nunca antes había visto una espada tan hermosa! ¡Gracias, su Majestad! ¡Es una verdadera belleza!
⎯⎯ Me alegra que te guste ⎯⎯ Contestó con simpleza, sabiendo lo que podría dar a significar su regalo.
⎯⎯ Muchas gracias por venir a mi fiesta. Estoy conmovida.
Anneliese aclaró su garganta y de su chaqueta sacó una pequeña caja rectangular envuelta con papel de regalo blanco y un lazo rojo. Encima estaba el emblema del ducado Harrison, al igual que sus colores.
⎯⎯ Me he tomado el atrevimiento de traerle un presente ⎯⎯ Le extendió el pequeño regalo que traía en su mano.
⎯⎯ ¡Capitana Harrison! ⎯⎯ Le pasó el regalo de la rubia al emperador para tomar el que le daba la albina ⎯⎯ No debió molestarse.
No es que Anneliese quería darle un presente, pero eran ordenes de la emperatriz al haber abandonado el reino sin permiso del emperador. Debería compensarselo con algo y que más que mantener feliz a la amante, aunque eso lastimara a Navier.
⎯⎯ No es nada que un presente pequeño.
Rashta se apresuró a sacar el regalo como lo hizo con el de la emperatriz y encontró una daga con rubíes en todo el mango.
⎯⎯ En el ducado Harrison tenemos la costumbre de obsequiar una daga con rubíes como símbolo de fuerza a las futuras madres ⎯⎯ Explico como si hablara del clima ⎯⎯ Esperando que el bebé sea fuerte y tenga liderazgo...
