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-¿De verdad tengo que aguantar a ese viejo dos veces al mes en mi casa?-Pedri cuestionó mientras conducia.

Gvai solo rodó los ojos y miró a la pequeña durmiente en el asiento trasero.

-¿Querés que él se la lleve a su casa?-el Omega preguntó sabiendo la obvia respuesta, aún así, era divertido ver su reacción.

-¡Está más que claro que no!- exclamó el Alfa girando en una calle, no le gustaba la idea de que ese Alfa albino se fuera a meter en su casa, pero Gavi no lo dejaría en paz si no hacía algo para remediar las cosas.

-¡Te agredíó, Gavi! Si hubiera estado yo en ese momento, le habría partido la cara.- al fin habían llegado al hogar del Alfa.

Pedri estacionó y abrió la puerta de su lado, Gavi también salió del auto y abrió la otra puerta para sacar a la mini bella durmiente.

-Y no dudo de eso, Pedri, pero no me hizo nada grave, además él estaba enojado y frustrado por lo que había hecho su hija, estaba seguro que no se la dejarías ver si te lo pedía por las buenas- el más bajo dijo mientras caminaba con la niña en sus brazos hacia la puerta principal, Pedri abrió pero no dejaría las cosas allí.

-Juro que... -se quedó a mitad de

la oración cuando Gavi se puso de puntillas para darle un beso, fue una forma exitosa de hacerlo callar, después, el Omega solo sonrió y caminó hacia el interior. -¡Eso es trampa!-

Exclamó el mayor cuando al fin se había espabilado, aunque, Gavi ya se encontraba dentro y acomodaba a la bebé en su cuna, la arropó con su mantita y la meció levemente.

Pedri esperaba al Omega con los brazos cruzados, no lo dejaría ganar tan fácilmente, por eso, cuando éste salió de la habitación lo agarró de la cintura y lo pegó a una pared, devoró sus labios con hambre.

Gavi jadeó con sorpresa pero pronto se dejó llevar, abrió los labios levemente y Pedri aprovechó para meter su lengua en la boca del menor. Se dió una pequeña batalla por el dominio, la cual el Alfa ganó fácilmente.

Pedri saboreó ese delicioso sabor de flores que tenía la cavidad bucal del Omega, siempre hubo algunos roces, pequeñas tensiones entre ellos.

Algunos beso de piquito, pero nada más que eso, no han cruzado esa delgada línea de intimidad aún.

En parte porque el más alto no quiere apresurarse, y la otra parte era el miedo y la inseguridad de Gavi, Podía ser un jodido adulto, pero se sonrojaba como adolescente al pensar en la palabra pene.

-Pe-pedri~ - la voz del Omega estaba distorsionada por el placer que estaba sintiendo en ese momento, era abrumador y su mente se nublaba cada vez más, daba algo de miedo sentirse así, era algo nuevo y no sabía cómo manejarlo.

Cuando el aire hizo falta, Pedri se separá, ambos quedaron con las respiraciones agitadas, el pelinegro pegó su nariz en el cuello de Gvai, olfateando y aspirando.

El contrario no estaba mejor que él, solo podía jadear por aire, sentía su rostro rojo y su vientre caliente, casi como si su celo estuviese empezando, pero no lo era, faltaba para éste.

-Voy a preparar algo de comer. - Pedri jura que usó todo su autocontrol para separarse e irse a la cocina, no podía hacer algo impulsivamente, menos con su pequeña al otro lado de la pared.

Gavi solo se quedó allí recostado en la pared, con el corazón a millón y su cuerpo entumecido. Había sido el mejor beso que había tenido en toda su vida, tan caliente y abrumador.

Queria repetirlo.

(...)

AUTORA: Bueno este es lo último por hoy capas mañana suba más capítulos.

BUENAS NOCHES ♡

I love you mom PEDRI Y GAVI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora