Simple. [Spring Is Coming].

Capítulo 05.

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Tenía que salir pronto; terminaba de guardar unos nuevos papeles que había traído de casa, porque no quería regresar en las siguientes noches para escuchar lo mismo de su padre; su edad y su futura vida matrimonial. Aún ni pensaba en ello.

Su cadera de pronto chocó contra la esquina del buró, lo que lo hizo quejarse pero a la vez voltear para regresar a cerrar el nuevo cajón que se había abierto por el golpe. Ahí la vió entonces; la pequeña corona de flores que, según él, ya estaba extraviada. La observó sólo un segundo, antes de tomarla entre sus manos con cuidado y colocarla arriba del estante del costado, a su vista.

—HaiKuan debió haberla puesto aquí.— Musitó propiamente, dedicando una breve mirada curiosa por aquello. Sin embargo, enseguida su rostro cambió a uno apasible cuándo en el mismo cajón que siguió abierto, se dió a relucir el nombre del documento que ahí guardaba.

Se quedó pensativo, mirándolo desde su lugar. Entonces recordó lo que Song Yi le había dicho un par de días atrás en su oficina; "¿No haz pensado en volver?".

Suspiró; se sentó en la orilla del sofá con los papeles en sus manos ahora para leerlos fugazmente y, por un momento, volver a pensar en ello, volviendo su preocupación de hace unos meses. Era que, no estaba lo suficientemente agusto en realidad.

Aún recordaba ese incidente por el que pasó en HaiFu, causándole ese problema por el que ahora sólo pedía su renuncia. Pero, después de todo, el Director no aceptaba.

[Solicitud de transferencia].

—Transferencia...— Pronunció, suspirando profundamente para que, al momento de dejar las hojas fuera de su alcance, recargara su frente por encima de sus dos puños.

"Incluso me dió esa mirada fría de siempre pero casi aún más; como si me matara con ella por lo que hice".

Una risa baja salió de él mismo, alzando su rostro de nuevo al frente cuándo la voz de ese niño apareció en su cabeza tan sólo de un momento a otro. Desde el primer instante, había aparecido con ocurrencias fuera de lo normal.

"¡Es mi quedante, casi novio!".

—Infantil.— Mencionó. No obstante, la última palabra que cruzó con él había sido distinta. Había términado fuera de su zona de rrabajo por su imprudencia usual.

Y es que, ¿Por qué él había asumido que lo ayudaría con algo que... no tenía nada que ver? Con algo que, en realidad, no tenía porque tener alguna idea con su relación.

De todas formas, ya debía irse. De nueva cuenta, Yang Zi estaba esperándolo en JiuFan para cierto asunto del que probablemente se arrepentiría.

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Yang Zi tenía más esperanza que probabilidad. Mirar a Xiao Zhan al borde del colapso por perder su más grande sueño por su falta de libertad la hacía entrar a ella en la misma situación. Ayuda, sólo necesitaba eso, y ella sabía quién podría dársela si ese alguien no tuviera encima un gran tormento. Dicho sea de paso, ella aún así pretendía que quizá podría convencerlo.

De todas formas, él no vendría solo así que íba a tener ventaja. Mientras Xiao Zhan se cruzaba de brazos, molesto al quejarse, ella lo escuchaba expresarse que le daba risa, pero no la dejaba salir.

—Perderé mi chance en la Orquesta, y estaré acabado conmigo mismo.— Pronunció. —Entonces terminaré estudiando todo eso que quiere mi padre; mi vida será aburrida y todo porque...