EPÍLOGO.

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Seis años después.

—Entonces, el joven chico que camibaba rápido, molesto de la nada, de repente sintió su mochila más pesada de lo usual. Él chico dejó de caminar y revisó su mochila; ahí se encontró un albúm de fotos de él y hombre al cuál conocía apenas.

SuLan y JunXiu, los pequeños niños en sus camas escuchaban atentamente el relato que era contado con dramatismo por su papá. Sus lámparas estaban encendidas, y podían ver a su mamá, recargado en el borde de la puerta de su habitación, escuchando todo el relato con una sonrísa dulce en la cara.

—Muchos recuerdos vinieron a ese chico con ver todas las fotos, cómo si ustedes vieran una película de conejitos animados, así mismo— dijo YiBo, riéndose— Y ahí supo que ese hombre era el amor de su vida, a quién por culpa del hermano fantasma malvado había olvídado.

—¡¡¿Qué?!! ¡El hermano fantasma!

—¡El hermano fantasma lo hizo olvídarlo!

—¡Así es!— exclamó el castaño a sus dos pequeños— El chico de cabello negro corrió de vuelta al árbol de Cerezos, y ahí lo encontró. Entonces le dijo que lo recordaba, el Ser Inmortal lloró con él, sabiendo que había recuperado al amor de su vida, se besaron y vivieron felices. Fin.

—¡El hermano de negro lo recordó!

—¿El Ser Inmortal lo esperaba?

Wang YiBo sonrió conmocionado...

—Sí. Y la espera valió la pena.

Se levantó de la silla que había puesto en medio de las dos camas, se acercó a apagar las lámparas y acarició el cabellito de su hija, SuLan, antes de hacer lo mismo con JunXiu, el mayor.

—Papá, otro cuento.

—¡Sí! ¡Por favor!

Xiao Zhan se rió internamente y negó con su cabeza cuándo los pequeños lo miraron, pidiendo que persuadiera a su padre.

—Ya es muy tarde, es hora de dormir.

—Sí— prosiguió el profesor, llegando al lado de su amado, quién entrelazó sus brazos—. A dormir, o el hermano fantasma vendrá por ustedes.

Inmediatamente, SuLan y JunXiu se metieron debajo de las sábanas y exclamaron al mismo tiempo a sus padres:

—¡Buenas noches!

Entonces, Wang YiBo cerró la puerta una vez que Xiao Zhan dejó de agarrar su brazo. De vuelta con él, vió que éste había ingresado a su pieza y fue detrás de él, sin embargo las luces no fueron encendidas y le tomó por sorpresa que A-Zhan de la nada lo abrazara por el cuello, besándolo.

—Tienes demasiada imaginación, ¿eh?

Wang YiBo sonrió en medio de otro beso, sujetando la cintura contraria.

—Mira quién habla. El que les contó la historia de la rata ZhiWei y la paloma Yang Zi— Xiao Zhan dejó de abrazarlo con ello, pero él no lo soltó. —¿De dónde sacaste esa historia?

—¿De dónde sacaste la tuya?— contraatacó el pelinegro.

El mayor encogió sus hombros.

—Sólo se me ocurrió de repente.

Xiao Zhan fue soltado y encendió las luces de su habitación; las bombillas colgantes de luz. Deslizó la puerta de cristal de su balcón, esperando que YiBo lo siguiera, pero éste no lo hizo.

—¿A dónde vas?— cuestionó, saliendo y viendo con curiosidad como su esposo íba de vuelta. —¿No te da miedo estar solo tan tarde? Ya es media noche...

Simple. [Spring Is Coming].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora