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—Jun, esto es ridículo—Taehyun se quejó al verse en el espejo vestido de negro—Quiero que Beomgyu me hable, no que piense que voy a un funeral.
—Como te quejas—Yeonjun rodó los ojos—Te ves muy bien, a todos nos gusta un chico malo que ya no es malo—sonrió emocionado, esperando a que Beomgyu se sintiera aunque sea un poco atraído.
—Yeonjun...
—Vamos a la biblioteca, ya casi termina de trabajar y debes comprar flores también.
Derrotado, Taehyun asintió, acomodando su chaqueta antes de salir.
Caminaron hacia el primer puesto de flores que encontraron; Taehyun eligió algunas rosas rojas y para decorar, unos girasoles que sabía que a Beomgyu le gustarían mucho ya que en algunas ocasiones, se lo mencionó. Tenía la leve impresión de que podría funcionar, que tal vez, Yeonjun tenía razón en eso de ser cursi para llamar su atención, pero no debía hacerse ilusiones, ya que conociendo a Beomgyu, se dio cuenta de que podía ser lo suficientemente frío para rechazarlo.
Yeonjun se sentía muy emocionado, olvidando por completo su propio drama con Soobin para ponerle atención a Taehyun, viéndolo de una forma que jamás lo vio antes, y eso solo lo hacía sentir conmovido.
Cuando llegaron a la biblioteca, justo se encontraron con Beomgyu y Soobin cerrando la puerta. Y cuando se dieron la vuelta para seguir sus caminos, se encontraron con algo que no sabían si clasificar como vergonzoso, o gracioso.
Taehyun entrecerró los ojos hacia Soobin, analizándolo de pies a cabeza, y Soobin hizo exactamente lo mismo, escuchándose al fondo las risitas de Beomgyu y Yeonjun.
—¿Pero qué...?
Soobin, al igual que Taehyun, se encontraba vestido de la misma manera, usando negro en sus ropas, chaqueta y botas casi del mismo estilo, la única diferencia era que Taehyun sostenía un ramo de flores, y Soobin tenía en su mano algunos globos de colores que eligió con mucha dedicación para Yeonjun.
—¿Qué se supone que haces vestido así?—Soobin le preguntó al más alto, ahora sintiéndose levemente avergonzado.
—¿Y tú? ¡Vamos exactamente iguales!
Yeonjun apartó la mirada, haciéndose el desentendido, no tenía idea del por qué, Soobin había decidido vestirse así justo ese día, pero había funcionado totalmente en él, llamado su atención.
—Ya, como sea, igual te ves mal—rodó los ojos el más alto y aclaró la garganta, sintiéndose nervioso por la expresión burlona de Beomgyu en su rostro—Yo... Uhm, traje esto para ti—extendió el ramo de flores hacia el peligris, sonriendo de manera extraña.
—¿Por?—lo miró con sospecha, evitando sonrojarse por lo guapo que se miraba.
Taehyun borró la sonrisa de su rostro, buscando algo más para decir, pero estando frente a otras personas no podía seguir hablando, le daba vergüenza.
