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-¿Off estás bien? -cuestionó gun con preocupación.

Unos intensos y penetrantes ojos se clavaron profundo sobre gun, este al sentir la intensidad de aquella mirada dirigió su vista hasta aquel chico, que tenia unos preciosos ojos color avellana, tan majestuosos como un amanecer. Esos ojos eran idénticos a los de akin, casi de inmediato pudo entender quien era esa persona

-Todos está bien gun, es mejor si entras ya a tu casa. -dijo off intentando sonar lo mas normal posible, aunque la realidad era otra, por dentro estaba gritando de furia, una ira incontrolable.

Estaba confundido, descolocado, ¿eso en verdad estaba pasando?

Gun entendió el calibre de la situación, así que sin preguntar nada más fué hacia su departamento que estaba en frente, caminó por el costado de White, sin quitarle los ojos de encima, al igual que éste a él. Abrió su puerta y le dedicó una última mirada a jumpol.

"Esa persona es capaz de poner a off en ese estado, ¿es quien...yo creo?"

Entró a su apartamento, descansó sobre la puerta y se deslizó a través de ésta hasta sentarse en el suelo, donde tocó sus labios con ligereza, recordando el roce de off.

Pero la preocupación aún no lo abandonaba, deseaba con ansias saber que era lo que estaba ocurriendo allá afuera, "¿Estuvo bien dejarlo sólo aún cuando tenía esa expresión en la cara? ¿tal vez necesite ayuda?" eran algunas de las tantas preguntas que acechaban su mente. Pero en realidad no había nada que él pudiese hacer, después de todo gun pensaba que no era más que un completo desconocido para off, pensar en eso, ocasionó un insoportable dolor en lo profundo de su corazón.

Afuera, la tensión podía sentirse a kilómetros de distancia, hasta que off rompió aquel silencio desesperante.

-¿Son estas horas de molestar a la gente White? Vete ya. -fueron las únicas palabras que lograron salir de sus labios, había muchísimo más que decir, mucho más para recriminar, pero la situación lo tenía anonadado.

-Bueno, no quería aparecer de pronto frente akin, además sé que durante el día estás ocupado trabajando, este horario es el más prudente en el que pude venir.

Jumpol guardó silencio estupefacto, ¿cuanto es que sabía White sobre ellos? ¿desde qué momento estaba al tanto de sus movimientos y los de su hijo?

-¿Después de cinco años? No me hagas reír, por favor marchate.

-Ya he madurado, me siento capaz de cuidar a akin. -dijo sin quitar sus fríos ojos de off, éste al oír aquellas palabras no logró mantener el control y sin siquiera pensarlo azotó al pelinegro contra la pared sujetando sus ropas con fuerza

-¡¿Qué sabes tú sobre criar a un niño white?! ¡¿piensas que es fácil?! ¡¿crees que puedes marcharte y luego regresar como si nada?! ¡no me jodas! ¡vete de aquí y no muestres tu cara de nuevo!

-Sabia que dirias eso. Si deseas que resolvamos nuestros asuntos de mala manera, entonces así será Jumpol. -dijo impasible, sin siquiera inmutarse con el exaltado off.

-He luchado cada día por mi hijo, white. -soltó al ojiavellana -Durante estos cinco años, cada día he hecho todo por él. No permitiré que lo veas nunca.

-¿Piensas negarle a akin el derecho de conocer a quien es su madre?

-Tú sepultaste ese derecho el día que lo abandonaste siendo apenas un recién nacido. Lo único que tiene de ti es tu sangre y tus ojos, nada más que eso. -se volteó seguro y abrió la puerta.

-Moond es el mejor abogado de todo Tailandia jumpol, no te confies.

Off azotó la puerta enfurecido, no podía creerlo del todo, aquellas últimas palabras abatieron cada fibra de su ser. Tenía miedo, sí, estaba aterrado de solo pensar en la idea de perder a akin, ese pequeño, tan frágil, inocente y fuerte al mismo tiempo, era todo para él, era su corazón, su alma, absolutamente todo.

Padre Soltero •Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora