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-Muy bien~ nos vemos mañana pequeños, hagan caso a sus padres en todo. -haciendo señas y sonriendo de oreja a oreja el profesor win se despedía de los niños que eran retirados por sus padres.

A su lado un pequeño de cabello azabache y ojos avellana jugaba con un pequeño dinosaurio

-¡Akin! -se arrodilló frente al menor -Tu padre llegará en 20 minutos más.

-¿Por qué?

-Tuvo un pequeñito problema en el trabajo, pero todo está bien, te quedarás conmigo mientras, ¿si? ¡podemos jugar con todos los T-rex que tengo guardados adentro!

Akin parecía destellar ante aquella proposición, sujeto la mano de su profesor para arrastrarlo cuanto antes al salón de juegos

-¡Vamos profesor! ¿te dije que hace unos días pinte a T-rex donde gunnie?

-Woah, maravilloso ¿quien es gunnie?

Estaban a punto de ingresar al Kinder nuevamente, akin saltaba de felicidad mientras contaba de su travesía pintando a T-rex en la casa del amigo de su padre

-¡Profesor Win! -aquella voz detuvo al mayor, se giró para ver quien lo llamaba y se encontró con alguien a quien jamás había visto antes.

-¿Si? Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarte?

Akin guardó silencio y observó al recién llegado detenidamente, sintió una inquietud que no comprendía en absoluto, aquel hombre de anteojos que hablaba con su maestro no le dió buena espina

-Buenas tardes, soy Mond Tanutchai mi pareja y yo deseamos saber en qué mes se abrirá el proceso de nuevas matriculas, nos han hablado bien de este lugar. -al terminar de decir esas palabras apareció al lado de mond otra persona.

-Hola, soy White Pothiyakorn.

-¡Ah! Mucho gusto, soy Win Metawin, me alegra mucho que deseen traer a su hijo aquí, bueno verán el proceso de ingreso... -continuó hablando animado, mientras akin quien sujetaba fuerte la mano de win, no podía quitar sus ojos del pelinegro que tenía en frente.

Entonces el mayor dirigió sus ojos al pequeño, por primera vez white volvía a mirar directo a los ojos al niño que abandonó hace cinco años.

Mientras Mond distraía al profesor con la mentira del supuesto hijo, white se acercó a akin, se arrodilló frente a él y ambos cruzaron sus miradas en silencio

-¿Como te llamas pequeño? -le preguntó a su hijo.

-¡Profesor win quiero a mi papi! -gritó aferrandose a las piernas de su maestro -¡No me gusta ese señor! -apuntó a white medio asustado, éste se sorprendió ante la reacción del menor sin saber que decir. -¡Él es malo! ¡que T-rex se lo coma!

-¡Akin! -se agacho junto al menor -Dulce Akin, ¿que hablamos sobre tratar mal a otros adultos eh? Debes disculparte ¿si? -miró a Mond y white -Por favor disculpen, él es un poco difícil con los extraños.

White estaba paralizado, ese pequeño ni siquiera sabía quien era en realidad pero lo rechazó completamente, ¿por qué? Se preguntaba, estaba tan, tan cerca de akin pero se encontró con un enorme abismo entre ellos.

Su hijo, era en su totalidad diferente a él, tal como dijo off, lo único suyo que tenía el menor eran sus ojos y su sangre, nada más que eso. Sonrió triste al repetir eso en su mente. White quería acercarse, abrazarlo y sentir su calor otra vez, pero todo se derrumbo ante sus ojos.

-No se preocupe, mejor regresaremos otro día - irrumpió mond -Muchas gracias por su tiempo. -sostuvo la mano de white y lo sacó del lugar.

Pocos minutos después off llegó corriendo, saludó a algunos maestros que se encontraban cerca e ingresó al salón de juegos, donde le indicaron estaba su pequeño junto a su profesor preferido

Padre Soltero •Off-Gun•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora