CAMINO REAL PARTE 2

Capítulo 256 - Cambiar la ley

Mientras escuchaba los informes de abajo, Wang Jun sintió que su año no iba bien. Había perdido la guerra de invierno y no había obtenido ninguna ventaja del clan Tuoba, sino que había dispersado a la gente del condado de Dai y había perdido tropas. Tras unos meses de descanso y recuperación, estaba listo para iniciar otra guerra, entrando directamente en Bingzhou desde Yanmen y Le Ping. Pero antes de que pudiera hacerlo, la región de Jizhou estaba revuelta, con los invasores revolviéndolo.

Este era un territorio que había codiciado durante mucho tiempo, así que ¿cómo podía permitir que otros se aprovecharan de él? Wang Jun estaba preparado para enviar tropas, y hubiera sido mejor que esperara a que Ding Shao pidiera ayuda. Pero antes de que llegara la llamada de auxilio, los bandidos fueron ahuyentados por Yiyan, que había sido reasignado al norte del río. ¿No había caído este general en la trampa de la corte y había desertado de Bingzhou? ¿Cómo puede ser tan entrometido?

Ahora, antes de que pudiera calmar su ira, los bandidos se habían escabullido hasta la frontera de Youzhou y casi habían invadido Fangyang. ¿Cómo podrían estos bandidos tener algún control sobre su Youzhou?

"¡Ordena a Duan Mouduan que lidere 50.000 tropas y extermine a los bandidos!" Wang Jun dijo con voz severa.

Era demasiado extravagante utilizar esta cantidad de tropas para luchar contra los bandidos. Al fin y al cabo, después de la derrota de los bandidos en Jizhou, probablemente quedaban menos de 10.000, así que ¿cómo podría haber necesidad de tantas tropas?

Pero todos los hombres de Wang Jun sabían lo que tenía en mente. El envío de tropas para combatir a los bandidos era sólo secundario frente a la importancia de capturar más condados. Después de esta batalla, sería tan poderoso en Jizhou que la corte tendría que darle la gobernación de Jizhou. De esta manera, el norte del río Amarillo estaría bajo control.

"Ese Yiyan también debe ser vigilado cuidadosamente. Si se atreve a apoderarse de los condados de Changshan y Zhongshan, ¡debemos esperar una oportunidad para reducirlo!" añadió Wang Jun.

Aunque este Capricio había dejado Bingzhou, ¿no sería malo que estuviera relacionado con Liang Zixi? Oí que ya había tomado el condado de Zhao, así que si iba más al norte, estaría invadiendo su propio territorio, ¿cómo podría permitírselo? Los ojos largos y estrechos de Wang Jun mostraban una intención asesina.

Pronto, el ejército Xianbei de Duan salió a matar a los rezagados que se atrevieron a tocar los bigotes del tigre. Jizhou volvió a ser una zona convulsa, pero Yiyan, que había estado luchando contra los bandidos del estado, no se desplazó hacia el norte, sino que marchó hacia el sur para limpiar la agitación en Ping yuan y Leling. Con las tropas de Ding en Qinghe, los hombres de Wang Jun no se atrevieron a hacer ningún movimiento. Los dos ejércitos se escalonaron a lo largo del río Qinghe.

En un abrir y cerrar de ojos, Jingyang se libró del frío y las colinas y los campos se llenaron de verdor y de innumerables agricultores. Nadie está destinado a ser libre en estos días, ya que acaba de pasar de ser un exiliado a un hogar cantonal. Los prefectos están todos en el campo, supervisando la erradicación de las langostas. La sombra de la plaga de langostas del año pasado en el país del río Oeste aún no ha pasado, y Li Shi está ahora casi desierta. Con semejante precedente, ¿quién se atrevería a ser permisivo?

Sin embargo, el pueblo no se aburrió con este esfuerzo, ni siquiera con el "culto a los dioses de la langosta", tan diferente del pasado. Es que sabían que el año pasado, bajo el gobierno del emperador, no había habido plaga de langostas. Era la reencarnación de Buda, que había venido a estabilizar el mundo. Si no le creían, ¿en quién más podían confiar?