CAMINO REAL PARTE 2

Capítulo 279 - La transmisión de las generaciones

"Hermano, ahora que Gou Hei está a cargo de Yuzhou, definitivamente nos buscará. ¿Por qué no seguimos el ejemplo de Liu Yushi y bajamos a Jiangdong lo antes posible?" En su estudio, Xie susurró.

Desde la violenta muerte de Sima Yue, su gran grupo de burócratas se había desarraigado. En teoría, estas personas podrían haber vuelto al juzgado y haber encontrado otra salida. Pero Gou era un hombre violento y cruel, y cuando la ciudad de Xuchang fue quebrada, mató a Pan Tao, el historiador jefe del rey, y más tarde envió a sus hombres a interceptar y matar a los miembros de la familia del rey que habían sido devueltos al feudo. Todo un personaje, y con tanto poder en sus manos. ¿Cómo se le puede hacer frente fácilmente?

Liu Kun, antiguo gobernador de Yuzhou, dimitió, alegando enfermedad, y se fue a Jiangdong. Probablemente estaba bajo el mando de Sima Rui, rey de Langya. Ahora que lo piensa, los Xiongnu estaban en el poder y el norte estaba agitado, y la guerra podía estallar de nuevo en cualquier momento. Habría sido una opción ideal para él mantenerse alejado de Jiangdong. No sólo Liu Kun, sino también la mayoría de las familias del mundo tenían la intención de huir hacia el sur, pero sólo era cuestión de que fueran lo suficientemente rápidos para hacerlo. El clan Pei de Hedong, por ejemplo, había caído en manos de ladrones. Aunque se hubieran librado de la reprimenda de Gou Hei, si los xiongnu atacaran, sus familias seguirían en la ruina.

Pero Xie Kun, sentado frente al maletín, negó con la cabeza: "En lugar de ir hasta Jiangdong, deberíamos ir a Bingzhou".

¿Qué? Xie repitió con cierta incredulidad: "¿A Bingzhou? ¿No sería Bingzhou más peligroso?"

Si Liu Yuan atacaba Luoyang, Shangdang sería la primera en caer en problemas. Además, Pingzhou acaba de enfrentarse a Youzhou, y la corte ha nombrado a un Xianbei como gobernador de Youzhou, ¡así que es obvio que sospechan de Pingzhou! Si fuera allí ahora, ¿no se estaría arrojando al fuego?

Pero Xie Kun dejó escapar un largo suspiro: "Jiangdong es buena, pero mi familia no es muy conocida, así que aunque vaya allí, el Rey de Langya no confiará en mí. Me temo que aunque vaya a Jiangdong, el Rey de Langya no confiará en mí. Los norteños y los sureños siempre han estado enfrentados, y no se sabe cuántos problemas causarán. Creo que sería mejor ir al norte, a Bingzhou, y luchar".

Xie sabía que su hermano mayor parecía frívolo e indulgente, pero en su interior era extremadamente sabio y autocontrolado. Había cambiado las enseñanzas de su familia y era un hombre virtuoso, pero sólo para revitalizar el clan Xie. Cada movimiento que hizo fue bien pensado y no se hizo a la ligera.

Pero esta elección fue demasiado impactante. Preguntó: "El clan Liang tiene una base poco profunda y está rodeado de lobos en Bingzhou. Si no tienen cuidado, podrían ser destruidos. Hermano, ¿realmente vale la pena el riesgo por ese Liang Feng?"

"Una vez conocí a Liang Zixi en la residencia del Capitán Wang". Xie Kun pareció recordar el pasado y dijo con voz profunda: "La gracia de este hijo era tan grande que hacía perder el color a todos los sabios, y era tan bueno como He Shang Shu y JI Zhong San en aquel entonces. Ese día no escribió ningún poema, no habló de nada y ni siquiera bebió vino. Sin embargo, con unas pocas palabras, su corazón se rompió. Había pensado que sólo era amable, por lo que fue capaz de resolver el condado. Pero la batalla de Tú y Bing fue todo menos eso".

Después de la batalla de You y Bing, cada vez más gente se enteró de la historia interna. El número de soldados y caballos que habían avanzado sólo en Bingzhou era de 80.000. Tras la violenta muerte de Sima Yue, Wang Jun llegó a dirigir a 40.000 personas de su círculo íntimo en una expedición personal. ¿Qué ha pasado? La mayoría de los 80.000 soldados originales se perdieron, e incluso Wang Jun fue atacado y asesinado, dejando a toda su familia en la ruina. El hecho de que fuera capaz de resistir el ataque de tantos soldados Xianbei era sorprendente. Sin mencionar el ataque de mil millas que siguió.