CAMINO REAL PARTE 2

Capítulo 201 - Como un costal

La oficina del secretario de Jingyang era originalmente la residencia temporal de Sima Teng. Tenía más del doble de tamaño que el Palacio de Shangdang, con todos los vestíbulos y pabellones, e incluso el salón principal, donde se encontraba la oficina, estaba magníficamente decorado.

El gobierno no ha visitado primero la oficina del gobierno, sino que ha abierto la sala principal y ha convocado a todos los funcionarios del gobierno. Es inevitable que un nuevo funcionario reciba una recepción cuando asume su cargo. Sin embargo, en ese momento, nadie en el Palacio se atrevió a hablar. La gente que se había reunido en el exterior del palacio aún no se había dispersado y, desde la distancia, todavía podía oírse el estruendo de la montaña de voces. ¿Quién sería tan insensato como para ser un vigía ahora que se ha hecho semejante amenaza?

Sentado en el salón principal, Liang Feng dijo: "Esta vez, Jin Yang fue asediada, y todos ustedes han recibido el crédito por defender la ciudad. Cuando haya revisado el libro de méritos, ¡pediré crédito al tribunal!"

En contra de lo que todos esperaban, Liang Feng elogió primero a los funcionarios presentes.

Sin embargo, Liang Feng no se detuvo y continuó: "La corte imperial me envió aquí precisamente para estabilizar un estado. Incluso las familias no han podido establecerse aquí debido a los desastres que ha sufrido el estado durante años. Creo que todas las familias se han mudado de Bingzhou, pero las personas son como los árboles, no pueden vivir sin raíces. Si no se deciden, no tendrán paz en sus corazones. Por lo tanto, espero que trabajen juntos para ayudarme a restaurar la paz en el estado".

Con estas palabras, los funcionarios locales que antes se mostraban recelosos e incluso despreciados asintieron con la cabeza. Una familia es una familia de muchas generaciones. Independientemente de los rangos a los que hayan ascendido, o de la altura a la que se encuentren, tienen que establecerse en un lugar y prosperar. Si se pierden las raíces que han operado durante generaciones, incluso la familia más grande sigue siendo una hierba sin raíces. ¿Cómo pueden conservar su antiguo estatus? Por lo tanto, nadie quiere restaurar la estabilidad de Pingzhou más que estos funcionarios del clan de los eruditos.

Sin embargo, no todo el mundo se inclina por la cancha, y hay mucha gente que tiene la idea de sentarse en la montaña y ver la lucha del tigre. Por no hablar de los funcionarios extranjeros que no eran de Bingzhou. Para ellos, es más importante salvar la vida que mantener un estado estable.

Liang Feng dio un giro a sus palabras: "Pero permítanme decir por adelantado que no todo el mundo puede resistir tiempos tan duros. Si alguien no está a la altura de la tarea, lo destituiré y lo sustituiré por una persona útil. También espero que tengas cuidado".

Era el historiador del secretario, y una de sus funciones más importantes era recomendar talentos a la corte. Y si su valoración fuera mala, tendría una gran repercusión en la promoción y el nombramiento de funcionarios. Además, como secretario, Liang Feng seguía siendo un embajador del Hijo del Cielo, aunque fuera un secretario de un solo carro que no tenía el poder de dirigir el ejército. No estaba de más despedir o incluso matar a los que desobedecían las normas y desobedecían las órdenes siempre que estuvieran dispuestos a hacerlo. Ante un poder tan inflexible, hasta el más fuerte de los eruditos tuvo que sopesar sus opciones.

Después de que Liang Feng terminara su discurso, giró la cabeza hacia Zhang Sima y dijo: "Me pregunto si Zhang Sima ha organizado la oficina del gobernador".

Cuando salieron estas palabras, la cara de Zhang Sima se volvió aún más fea. Al principio, cuando Sima Teng estaba allí, las mansiones de los secretarios y de los Generales estaban ubicadas conjuntamente, después de todo, él era el gobernador militar principal y el gobernador de los secretarios, así que no había necesidad de dividir los dos grupos de equipos. Y ahora, al decir esto, Liang Feng estaba tratando de expulsarlos, a los futuros burócratas de la capital, del Palacio del secretario.