CAMINO REAL PARTE 2

El capítulo 291 no es tan bueno como eso

Mientras el Desfiladero de Taihang era un caos, los soldados de Shangdang apostados frente al Desfiladero Blanco también comenzaron a moverse.

"¡Sacad los carros de artillería!" De pie bajo el estandarte, Sun Jiao ordenó en voz alta.

Con la orden, más de cien caballos salieron en formación. Detrás de cada cuatro caballos, había un carro de artillería a remolque. Estos cañones de trueno eran mucho más pequeños que los utilizados para el asedio, pero con ruedas debajo, era fácil arrastrarlos por los caballos.

Naturalmente, este movimiento hizo que el campamento enemigo se agitara. Sun Jiao no prestó atención a ello, sino que miró con satisfacción a los caballos que tenía delante. Parece más fácil con caballos, me pregunto si podré arrancar algunos caballos de la caballería. Si hay suficientes animales, me temo que su formación de artillería no tendrá rival.

La fuerza de los caballos es mucho mejor que la humana, en poco tiempo, más de diez carros de artillería fueron arrastrados hasta un lugar situado a trescientos pasos frente al campamento enemigo. Bajaron los caballos y los artilleros fueron rápidos y ágiles para bajar las trampillas y cargar los proyectiles de piedra. Para entonces, el campamento enemigo ya había estallado en conmoción, tratando de organizar a sus soldados para salir corriendo de la tienda y destruir los carros de artillería.

Sin embargo, antes de que pudieran salir del campamento, se dieron cuenta de que habían aparecido más enemigos en el hueco entre los carros de artillería, armados con arcos y ballestas, esperándoles. Esta formación de artillería era principalmente para ataques a larga distancia, pero tampoco había que subestimar las matanzas a corta distancia.

Mirando al enemigo cuerpo a cuerpo, una fría sonrisa apareció en la comisura de los labios de Sun Jiao.

¿Dividir las tropas para cebar al enemigo? Broma. Mientras haya 10.000 tropas en mano, ¡los soldados del Condado de Shangdang son capaces de derrotar a más del doble de enemigos! ¡Esta vez, la división de tropas no es un falso cebo para el enemigo, sino un ataque por ambas partes! Sólo el bando del general Yi se encarga de atraer a la caballería, mientras que su batallón Rayo se encarga de aniquilar los campamentos enemigos en el Desfiladero Blanco.

Ahora que los carros de artillería entregados por los jinetes han sido reunidos, y la caballería enemiga ha sido atraída, es hora de que el ejército de Perak brille.

"¡Preparados, disparen los cañones!" Sun Jiao gritó.

Con el grito, sonaron los tambores. Los tambores retumbaban y el ímpetu era irresistible. Sin embargo, pronto, otro sonido estridente más grandioso y aterrador suprimió los tambores. Una docena de bombas de piedra salieron silbando con la pértiga de fundición, ¡y su sonido era simplemente comparable al de la tierra resquebrajándose y las montañas derrumbándose!

Con un solo lanzamiento, el campamento enemigo se derrumbó. Con semejante descarga, incluso las murallas de la ciudad, por no hablar de las tiendas, se habían abierto en canal. Es más, las bombas de piedra eran redondas, y cuando caían en el campamento, o bien daban tumbos y destrozaban hileras de tiendas, o bien caían en incontables piedras voladoras y objetos afilados, haciendo caer a los soldados de alrededor.

Sun jiao asintió: "¡Pasad la orden, la vanguardia avanza!".

Al perder sus defensas, el grupo no estaba formado, y un enemigo así no era más que un enemigo al que masacrar. Todavía tenían que dirigirse a Luoyang para ser rescatados, estos soldados enemigos, ¡no deben ser dejados atrás!

En sólo un día, los soldados pseudo-Han y los caballos en el Desfiladero Taihang y el Desfiladero Bai fueron derrotados. Los enemigos fueron diezmados hasta 20.000, y los generales enemigos recibieron sus cabezas. Los soldados que lograron escapar de la muerte, huyeron a toda prisa. El camino hacia Luoyang quedó completamente abierto.