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Al terminar de comer, Marcos, Romi y yo, nos pusimos a juntar y lavar los cubiertos.

–¿Como te preparas para hoy?–me pregunto la morocha mientras lavaba los platos.

–¿Eh? ¿Que hay hoy?

–Una fiesta–dijo Marcos mirandome.

–¿De verdad? ayy que bueno, tengo muchas ganas de bailar.

El primo se rió y Romina y termino de lavar los platos.

–Bueno, gracias chicos, no hacia falta que me ayuden.

–Ay Romi, pareces una esclava–me reí abrazándola.

Los tres nos reímos, y luego fui a la habitación, dónde se encontraban las demás; menos Coti, porque aun no se habían arreglado.

Me senté en mi cama y las llame a todas.

–¿Que paso?–me preguntó Camila.

–Me lo comí–dije mirando la reacción de todas.

Dani, Juli y Romi se pusieron a gritar y saltar muy emocionadas.
En cambio Cami...

–¿A Marcos?

–Si, bobi–le respondí.

–Ah...¡Que bueno! Realmente te felicito–me sonrió, pensé que se lo iba a tomar mal, se notaba que a ella le pasaba algo con él, pero al parecer se lo tomo bien–Bueno, me voy con Alfa–dijo la rubia y se retiro de la habitación.

–¿Cómo? ¿Cómo fue?–me preguntaron las chicas.

–Ay...fue hermoso, y tiernísimo–Les empece a contar toda la secuencia, y yo tenia ganas de repetirlo.

Estuvieron haciendo mas preguntas sobre el tema y se las respondí todas, hasta que les dio sueño y se fueron a dormir.

–No dormís?–me preguntó Juli, ya acostada.

–No, no tengo sueño–me quede sentada en la cama, yo no quería dormir, yo quería repetir. Pero lo peor, es que era la hora de la siesta, así que seguramente él estaba durmiendo.

Salí de el cuarto de las chicas y me quede parada al frente de la puerta de la habitación de los chicos. No iba a abrirla, claro, no me gustaría encontrarme con algo que no quisiera ver.

Di dos golpecitos leves en la puerta, si alguien estaba despierto los oiría, solté una risa por la taradez que estaba haciendo y corrí hacia la cocina a agarrar algo para tomar.

Abrí la heladera, agarre una botellita de agua y al cerrar la heladera ahí estaba Marcos, con una sonrisa. Del susto pegue un salto y camine hacia atrás hasta chocarme con la isla.

–¡Primo! me hiciste pegar el cagazo de mi vida–dije con una mano en el corazón, sintiendo mis pulsaciones.

El primo se acerco a mi con una sonrisa y puso sus manos en mi cintura, yo seguía contra la isla.

–¿Están todos durmiendo?–pregunté.

–Si–me respondió el acercándose más.

Yo rodee mis brazos en su cuello e hice puntitas para poder llegar a su boca.

Nos dimos un beso, un beso tierno pero lleno de ganas. Sus manos recorrían mi espalda, y las mías recorrían su pecho y cuello.

Escuchamos ruido de que una puerta se abría, pero ninguno quiso separarse, y nos quedamos así hasta que los pasos se escucharon cerca, casi llegando a  la cocina. Ambos nos separamos rapidísimo, pero era más que obvio que habíamos estado besuqueándonos, él tenia los labios rojos, por lo que supuse que yo también.

Al darnos cuenta que era Camila, yo mire hacia el otro costado relamiéndome los labios, Marcos hizo lo mismo, pero mirando hacia el piso.

–¿Interrumpo algo?– pregunto Camila.

Marcos me miro buscando que yo responda, y eso hice.

–No, no pasa nada–le sonreí.

–Ah bueno...Marqui, ¿me ayudas a entrenar?–le hizo puchero, yo apreté los labios porque me estaba por reír.

Marcos me miro, y con esa cara entendí que quería hacer todo menos ayudar a Camila.

–Vayan, yo me voy a bañar.

–¿Y si venís a entrenar? hoy no entrenaste–me dijo Marcos.

–No primo, los viernes no entreno–le mentí para joderlo.

Marcos me miro con odio en joda y ahí comprendí que quería que vaya para escapar. Pobrecito, es mas bueno que no le sale decirle un simple "No".

Yo me fui a bañar, me puse un pantalón gris y un top apretado al cuerpo blanco manga larga.

Fui al living y vi por la ventana que Marcos seguía ayudando a Camila.

Pensé en ignorar la cara del pobre muchacho pidiendo ayuda al aire, pero pobrecito, al menos iba a ir a distraerlo un rato.

Calente el agua y prepare todo para el mate, al salir hice ruido con la puerta para que Marcos y Camila se de cuenta que estaba ahí.

Me senté en los silloncitos y cuando levante la vista ya tenia a Marcos sentandose al lado mio, guíe mi vista hacia Camila y me estaba haciendo la fulminante con la mirada.

–Anda que me da miedo–dije dandole el mate a Marcos, él miro lo que estaba en mi mano y luego me miro a mi.

–Ponete de acuerdo prima, me voy o me quedo.

–Mas vale que te quedes–él se rio y agarro el mate.

–¿Estas lista para la fiesta de hoy?

–Siii, quiero que sea ya.

opa opa opaaaa, Marquitos es un dulce, lo amo.

El siguiente capituloooo, quiero que se suba YA, pero los voy a dejar con las ganas muejejejeje.

Gracias por leer❤️

𝗠𝗲𝘀𝗲𝘀 𝗮 𝘁𝘂 𝗹𝗮𝗱𝗼 || 𝘔𝘢𝘳𝘤𝘰𝘴 𝘎𝘪𝘯𝘯𝘰𝘤𝘩𝘪𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora