Maite, una chica de 20 años va a gran hermano gracias a su hermana sin saber mucho de que se trata este programa, y uno de los integrantes se le cruza en el camino ¿será que pasa algo entre ellos dos?
Me senté un poco mas arriba de su culo y apoye mi pecho en su espalda.
–Marquitos– le susurre y le empece a hacer mimos en la espalda.
–¿Vas a entrenar?
–Depende, ¿Me acompañas?
–Sii–movió un poco la espalda y salí de encima de él, acompañarme a entrenar era una cosa que me habían prometido aquella noche que hablamos por primera vez–Voy a buscar mi ropa.
–Bueno, yo mientras me voy a cambiar–me agarro del cuello y me dio un pico, yo sonreí y se fue.
Termine de cambiarme, me puse un conjunto deportivo color lila, fui al ante-baño, me hice una colita y a través del espejo vi q Marcos venia con la malla color celeste hermosa, que le hacia resaltar el bronceado y sus ojos. Mas encima estaba en cuero, pero con una musculosa colgada en un hombro.
Me miro de arriba a abajo y habló.
–Sos la única persona que conozco que le queda perfecto la ropa deportiva–me dio un beso corto.
–Porque no tenes mis ojos–sonreí.
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Estuvimos una hora y media entrenando, no dábamos más.
–Terminamos primo– dije sonriendo y estirando mis brazos hasta que las palmas quedaron a la altura de mis orejas para que Marcos me choque los cinco.
–Muy bien prima–me choco los cinco, y rápidamente entrelazo nuestros dedos atrayéndome hacia él y dejando un tierno beso en mis labios.
No puede ser mas tierno.
–Vamos a comer algo, tengo hambre.
Fuimos a la cocina y estaban todos desayunando.
–Ay que ganas de vivir que tienen, ¿Cómo pueden entrenar tan temprano?–dijo Romi.
–¿No era que no entrenabas a la mañana Marqui?–le pregunto Camila.
–Es que no lo hacia, hasta hoy–me miro de reojo y me sonrío.
Nacho estaba detrás de la isla, en la cocina y Thiago le pidió que le haga una chocolatada.
–¿Me haces una?, Nacho
–Obvio Maitecita.
Marcos lo miro raro. Nacho me dio la chocolatada a mi y a Thiago y yo me senté junto a Marcos.
Me di cuenta que faltaba Juli y decidí preguntar por ella.
–Creo que tiene una crisis, no sabe que ponerse para navidad–me respondió Dani.
–Navidad no es si o si blanco, yo creo que me voy a poner algo negro, y encima falta una semana.
