𝗠𝗲𝘀𝗲𝘀 𝗮 𝘁𝘂 𝗹𝗮𝗱𝗼 || 𝘔𝘢𝘳𝘤𝘰𝘴 𝘎𝘪𝘯𝘯𝘰𝘤𝘩𝘪𝘰

13

Estábamos todos en él sillón hablando.

–¿De que será la temática de la fiesta de hoy?–dijo Juli entusiasmada.

–Ay no se, ojalá que nos den algo sexy–dijo Daniela.

Me reí y sentí como Marcos se pagaba más y más a mi con incomodidad. En cualquier momento se sentaba encima mio.

–Basta–dijo el salteño ya algo molesto, Camila lo estaba molestando desde hace días, pero nunca como hoy.

Mire a Marcos y este le estaba haciendo una seña rara con los ojos al cone, cuando mire al ultimo mencionado este estaba asintiendo y me miro a mi.

No entendía nada.

–Maite...¿No vas a apagar la luz del baño? creo que quedo prendida–me dijo Alexis.

Yo asentí y fui hacia el baño, cuando estaba en el pasillo me quede quieta. Las luces no se podían apagar. Me iba a dar media vuelta y volver, pero antes que pudiera mover los pies Marcos me agarro de la mano y me llevo a los lavamanos.

Lo mire confundida.

–¿Que pasa?

–Camila.

–¿Camila?–pregunté algo extrañada.

–Es...algo intensa.

Oh wow, ¿Marcos acaba de decir algo malo de una persona? Creo que estoy soñando.

–¿En que sentido?–pregunté yo.

–No se, no entiende los "No" o "Basta"–me miro a los ojos y yo me los quede viendo, eran de un azul medio verdes preciosos.

–¡Marqui!–Escuche la voz de Camila a lo lejos y Marcos no tardo en sentarme en el lavamanos y besarme.

Cuando la escuchamos mas cerca, donde estábamos nosotros nos separamos.

Alexis estaba detrás de ella com cara de "que mina insoportable"

No me gusta que piensen eso de mis amigas, así que le dije a Alexis que cambie la cara, el levanto las manos como si "viniera en paz", se dio media vuelta y se fue.

–¿Si?–le dijo Marcos con el tono mas simpático que le salió.

Camila abrió la boca para decir algo pero Gran Hermano la interrumpió.

–Chicos, todos a la habitación violeta por favor.

Todos hicimos caso y fuimos a la habitación violeta, la de las chicas.

Marcos y yo fuimos a nuestra cama, Camila y Alfa al frente; Juli, Romi, Nacho y Dani en la de al lado; Coti, Cone, Maxi, Thiago en el piso.

Marcos y yo estábamos en la cama, hablando y haciéndonos mimos sentados con la espalda en la pared. Estábamos tranquilos hasta que un almohadón se dirige a Marcos, él mira hacia el frente, quien había tirado el almohadón, y Camila se estaba riendo, delatándose.

Así estuvo un rato, Marcos la ignoraba o soltaba risitas para no hacerla sentir mal.

Cosita, es tan bueno.

–Chicos, ya pueden salir–dijo Gh, era una indicación que ya nos habían traído la ropa para la fiesta.

Salimos y había un perchero con paquetes, busque el que decía mi nombre y volví a la habitación.