17

3.7K 297 27
                                    

Dani se había ido de la casa. Fue una noticia que me había pegado fuertísimo, pero no peor que a las demás.

La musica ya había sonado y aún así nadie se despertaba ni mucho menos se levantaban.

Decidí ir a hacerles el desayuno a las chicas y llevárselo a la cama. Me levante de la cama con mucho cuidado para no despertar a Marcos, me puse mis pantuflas y fui a la cocina.

Le hice un cafe a Romi, y una chocolatada a Juli y Cami.
Corte el pan y lo estaba poniendo en la tostadora cuando sentí pasos atrás mio y cuando me gire ahí estaba Marcos con cara de dormido, encuerado y con una malla negra. Le sonreí y volví a enfocarme en las tostadas.

El salteño paso por atrás mio mientras ponía su mano en un cachete de mi culo y cuando estuvo del otro lado de esa mano me dio un pico.

Opaaa Marquitos.

¿Te desperté?–le pregunte.

–No, pero cuando me di vuelta para abrazarte, abrace la cama.

Yo me reí y él se puso al lado mio, contra la mesada la cual yo estaba poniendo manteca a dos tostadas. Marcos me miro confundido.

–¿Por que tanta comida?

–Le estoy haciendo el desayuno a las chicas–le respondí.

–¿Y a mi no?, que feo–reclamo como un nene chiquito.

–Noo, para las chicas 'nomas.

–¿Me puedo comer el de Camila?–preguntó él haciéndome ojitos. Ahora comencé a ponerles dulce de leche a cuatro de las tostadas.

–No Marcos, es mi amiga.

–Uff si, re amiga.

–Yo creo que ella lo pensó de verdad y lo hace para que no me sienta mal, pero ya se que esta equivocada.

–Y yo creo que te esta viendo la cara de boluda–dijo sonriendo como si fuera un nene chiquito después de haberse mandado una cagada–y vos le tenes que decir:–comenzó a imitar mi voz:– 'Cuchame pelo en pausa, tengo la cara de boluda 'nomas, pero no soy ninguna boluda eh–dijo riéndose, por mi parte lo mire seria y le tire un repasador, haciendo que él se ría más.

Prepare las bandejas con el desayuno para cada una; Para Romi el cafe con dos tostadas con manteca y azúcar; Para Juli y Cami una chocolatada con dos tostadas con dulce de leche cada una.

Me quede mirando las tres bandejas y comencé a pensar que tanto bardo se me haría si le hago el desayuno a Coti.

Me importo poco y en seguida le pregunte a Marcos que era lo que a la rubia le gustaba.

–Chocolatada y tostadas con manteca, dulce de leche y azúcar.

Y eso fue lo que comencé a hacerle. Una vez que lo termine (con la ayuda de Marcos) yo agarre dos bandejas y el salteño igual.

Ambos caminamos hacia el cuarto de mujeres y les dejamos el desayuno a cada una mientras las despertábamos.

–Ayy, gracias Mai–dijeron Romi, Juli y Cami mientras le dejaba el desayuno a Coti.

La rubia me abrazo y me dijo bajito:

–Gracias Mai–parecía estar agradecida.

–Denada Co.

–¿Y a mi nadie me va a decir gracias?–dijo Marcos haciéndose el ofendido.

–Callate que seguro lo hizo la prima, si vos lo hacías se te quemaban las tostadas–dijo Romi a lo que todos nos reimos.

𝗠𝗲𝘀𝗲𝘀 𝗮 𝘁𝘂 𝗹𝗮𝗱𝗼 || 𝘔𝘢𝘳𝘤𝘰𝘴 𝘎𝘪𝘯𝘯𝘰𝘤𝘩𝘪𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora