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Me encontraba en los silloncitos de afuera con Juli, Dani y Cami; Romi estaba limpiando.

Juli y Dani hablaban de que se pondrían hoy para la gala, yo mientras, aprovechaba para mirar al salteño que se encontraba entrenando. Lo iba a ojear de tanto mirarlo, pero hoy podría ser el ultimo día que lo hago.

Lo mire hasta que me acorde de las chicas, también podrían ser las ultimas horas que estoy con ellas, así que les comencé a prestar atención a lo que hablaban.

–¿Usamos negro?–Ju le pregunto a Dani, viendo de que color nos vestiríamos hoy en la gala, quería que estemos combinadas.

–Yo use el domingo pasado, usemos rojo–le respondió la morocha.

–A mi me gusta rojo–dijo Cami, segundos después le di la razón.

–¡Ay! Yo no se que tengo rojo–dijo Juli mirándonos preocupada.

–Yo te ayudo a buscar–le dijo Dani y ambas salieron corriendo al cuarto, Cami y yo nos reímos.

Volví mi vista a Marcos que seguía entrenando, a mi se me estaba por caer la baba. Al parecer la rubia que se había quedado en el sillón de al lado lo noto y habló.

–¿Vos crees que Marcos te quiere lo suficiente?

Su pregunta me dejo confundida, y la mire como tal.

–¿Lo suficiente para que?–le cuestione yo, ella de encogió de hombros, apoyo la espalda en el respaldo del sillón y volvió a hablar.

–Lo suficiente como para que no tenga ojos para nadie mas, y que te busque cuando termine todo esto–puso una mano en mi pierna y me miro con lastima– Yo te lo digo porque sos mi amiga y no quiero que te lastime, yo creo que te esta usando para desaburrirse acá, pero que luego volverá con su ex–mi mirada cambio a una que ni yo sabia, yo si creia que Marcos me buscaría, pero no lo conozco lo suficiente para saber si seria capaz de hacerme eso.

Creo que Camila tiene razón, debería alejarme, pero el problema era que no podía hacerlo, ya lo había dejado entrar en mi corazón.

Mire hacia donde estaba él e hicimos contacto visual, él me sonrió y agito su mano en forma de saludo, yo le di una sonrisa con los labios apretados, una sonrisa triste. Al parecer él se dio cuenta que algo andaba mal ya que sus gestos cambiaron a uno preocupado.

Dejo sus pesas en el piso, significa que vendría donde estaba, y sabia que si me preguntaba que me pasaba, me rompería en llanto, así que para no pasar tanta vergüenza:

–Perdón, voy... adentro–le dije a Cami, me levante y fui hacia el cuarto de mujeres.

No quería girar mi cabeza hacia atrás, no quería verlo.

Llegue a la habitación y estaban Dani y Juli, Juli le estaba ayudando a volver a hacer la valija a Daniela.

Yo mire mi cama y ahí estaba mi valija, tenia ropa sin doblar que me faltaba por guardar, así que para distraerme, me acerque a esa pila y la comencé a doblar, de espaldas a la puerta.

Escuche que la puerta se abrió,
me gire a ver quien era y allí estaba Marcos, parado al lado de la puerta. Me miro a los ojos, luego bajo su vista hacia mi valija y apretó los labios. Yo me volví a dar vuelta, agarre una remera y comencé a doblarla aunque mis manos temblaban.

–Chicas, ¿Nos dejan solos un momento? por favor–dijo la voz masculina de Marcos, cada vez la sentía más cerca.

Juli y Dani me miraron algo confundidas, yo mire hacia mi valija mientras ellas pasaban por al lado para irse.

–¿Que pasa prima?–me pregunto con esa tonada que me podía tanto, pero no quería caer como cada vez que me hablaba.

–Nada–le dije seria. Él me agarro del mentón y me hizo mirarlo, su rostro tenia gestos de preocupación.

𝗠𝗲𝘀𝗲𝘀 𝗮 𝘁𝘂 𝗹𝗮𝗱𝗼 || 𝘔𝘢𝘳𝘤𝘰𝘴 𝘎𝘪𝘯𝘯𝘰𝘤𝘩𝘪𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora