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–Mai...te tenemos que contar...–comenzó a hablar Romina, y Julieta la interrumpió.

–Lo que dijo Camila...de vos.

Ya estaba harta del tema de Camila, sentía que era falsa conmigo, pero a mi me caía bien, y quiero arreglar lo que hace que ella sea doble cara conmigo, yo realmente le tenia un poco de cariño.

Suspire profundo y me senté en una cama, dando golpecitos en la misma con las manos, indicándole a las chicas que se sienten.

Ambas se sentaron y comenzaron a hablar al mismo tiempo, no entendía nada.

–¡Paren! de una a la vez, porque no se les entiende nada–las frene, segundos después comenzaron a hablar, ambas, pero más tranquilas

–Camila esta hablando mal de vos–dijo Romi.

–Si, dijo que eras una roba novios, tibia, tarada, falsa, traidora, doble cara, entre muchas cosas más, y que también eras una boluda por creer que Marcos te tiene un poco de cariño, ya que ella cree que Marcos esta enamorado de ella y que te usa a vos para darle celos.

Con la ultima frase que dijo, me estallé. No podía ser lo que estaba escuchando.

–Que Marcos...¿Esta enamorado de ella?–dije sin poder creerlo, comencé a dudar de que Marcos hablaba–¿Que Marcos?

–Tu Marcos boba, ¿Quien va a ser?–dijo Romi.

–¿Ella cree eso?–pregunté yo.

–Si, y mierda que lo cree–me respondió Juli mientras sacudía una de sus manos, indicándome que estaba segura de lo que decía.

–¿Y será cierto?–pregunté.

–¡¿Cómo va a ser cierto?! ¿Estas loca? ¡Marcos esta LOCO por vos!–dijeron al mismo tiempo.

–Gracias chicas–sonreí, haciéndoles creer que no estaba sobrepasando nada.

–Ya quiero que sea la fiesta de mañana.–dijo Ju mientras Romi y yo le dábamos la razón.

Salí de la habitación y busque a Marcos. Mientras caminaba por el pasillo veía que todos estaban afuera, seguro él estaba allí.

Continue dando pasos, mi misión era llegar al patio pero unas voces que venian de la cocina llamaron mi atención.

–¡Primo!–decía Camila entre risas mientras tiraba de la remera de Marcos.

–Basta Cami–decía él entre risas.

Le importa poco que la rubia hueca esa este a centímetros de su cara.

Me quede quieta mirándolos hasta que Marcos desvió su vista hacia mi. Camila seguía acercándose a él, pero esta vez el castaño la alejaba de una vez por todas.

–Mai...–dijo él, en tono bajo.

No dije nada, solo me fui al cuarto, otra vez con las chicas, aguantándome las ganas de gritar y llorar.

Me acoste y comencé a explicarle la situación, luego comenzaron a consolarme hasta q tocaron la puerta.

–Pase–dijo Ro. Marcos estaba parado a un paso de la habitación, bajo el marco de la puerta, mientras Camila estaba atrás.

–Los dejamos–dijeron Romi y Juli y se pararon de la cama, agarraron de los hombros a Camila y se fueron.

Marcos se me acerco luego de cerrar la puerta mientras yo me sentaba en la cama.

–Mai, no es lo que pensas–dijo el salteño mientras se arrodillaba al frente mío, con sus rodillas en el piso.

–¿Y que era?–dije, más seria que nunca.

𝗠𝗲𝘀𝗲𝘀 𝗮 𝘁𝘂 𝗹𝗮𝗱𝗼 || 𝘔𝘢𝘳𝘤𝘰𝘴 𝘎𝘪𝘯𝘯𝘰𝘤𝘩𝘪𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora